Opel Zafira Tourer 2.0 CDTi 165 CV, prueba (Diseño exterior, interior y habitabilidad)

Diego G. Moreira     6 agosto 2012     5 min.
Opel Zafira Tourer 2.0 CDTi 165 CV, prueba (Diseño exterior, interior y habitabilidad)

Segunda parte de la prueba del Opel Zafira Tourer con motor diesel de dos litros y 165 CV.

Seguimos con la prueba del Opel Zafira Tourer, el nuevo monovolumen alemán que no sólo renueva el nombre, sino también el diseño exterior, gama de motores y sobretodo la habitabilidad interior. Nuestra unidad de pruebas albergaba bajo el capó un propulsor turbodiesel de dos litros y 165 CV de potencia.

Este motor ha sido desarrollado el colaboración con el Grupo Fiat, todo sobre el motor y las prestaciones del Zafira Tourer te lo contamos en la primera parte de la prueba, teniendo en general, un comportamiento correcto y más dinámico de lo normal en el segmento de monovolúmenes.

Ahora llegamos a la segunda parte de la prueba donde como de costumbre, analizamos el diseño exterior e interior. Interior donde no olvidamos repasar la habitabilidad, acabados de los materiales, huecos y maletero. Ya adelantamos que este es el punto fuerte del Opel Zafira Tourer.

Diseño exterior

Frontalmente el Zafira Tourer recuerda al Ampera, esa especie de boomerangs que unen los faros con los antiniebla son heredados directamente del Ampera y simbolizan el nuevo lenguaje de la marca. En general se pueden observar líneas más marcadas y un frontal mucho más perfilado que la anterior generación.

Las luces bi-xenon son direccionables y por primera vez en la marca, cuentan con tecnología automática para la conexión y desconexión de las luces largas. Las diurnas son las mismas que vimos en el Insignia, Astra o Meriva, eso sí, con tecnología LED si elegimos los faros bi-xenon.

Lateralmente se han basado en el Insignia, formas limpias y sólo vemos en la parte inferior de las puertas una línea de diseño que ya estrenó el Opel Insignia. Pero el resto del diseño lateral es simple, sencillo, elegante y limpio de formas. Dispone de una gran superficie acristalada lateral, que aporta mucha luz al interior, y más aún, si optamos por el techo panorámico.

En la parte trasera la inspiración ha llegado del Meriva, porque de mayores dimensiones, pero el diseño es muy similar. Con gran protagonismo de la superficie acristalada de la luneta térmica, en color oscuro, y después el resto del portón con formas sencillas. Y en medio, zonas cromadas y el logotipo de Opel.

Diseño interior, espacio y calidad de materiales

Cuando nos ponemos al volante, lo primero que llama la atención es el diseño del salpicadero. Es un viejo conocido, porque se basa en el Insignia y Astra, con mandos muy similares y sobretodo con la calidad por bandera. Todos los plásticos son de buena calidad, con tacto mullido y agradables al tacto. Deberemos buscar un poco, para encontrar algún tipo de plástico duro en el salpicadero.

La postura de conducción es buena, ligeramente elevada y con una buena visibilidad, además el tacto de los asientos de cuero opcionales era muy bueno, acorde con un vehículo de alta gama y con cuero microperforado que se agradece en verano. La banqueta extensible completaba el confort de unos asientos delanteros cómodos, eso sí, el cuero es opcional.

Por otro lado, en la segunda y tercera fila de asientos, lo más destacable es el espacio y la modulabilidad. El asiento central de la segunda fila se puede convertir en dos reposabrazos para los dos asientos laterales (que se desplazan aún más hacia atrás), o desplazar independientemente cada uno de los asientos de esta segunda fila, para ganar espacio en la tercera fila.

También son regulables los respaldos de los asientos de la segunda fila, por lo tanto, tenemos un buen abanico de configuraciones para cada tipo de necesidad. Por ejemplo, si viajamos seis, pueden hacerlo cómodamente con el asiento central plegado o si necesitamos las siete plazas, lo volvemos a recuperar en pocos segundos.

El acceso a la tercera fila es correcto, se puede acceder sin muchos problemas y de forma rápida. El espacio para los pies es suficiente, e incluso un adulto podría viajar en la tercera fila de asientos si no mide más de 1,75 m, además los respaldos de los asientos son amplios.

Es decir, el nuevo Opel Zafira Tourer no sólo destaca por un interior bien acabado a la altura de un Insignia, sino también por su modulabilidad y espacio, tanto para siete ocupantes como para menos, porque incluso haciendo uso de las siete plazas el coche es cómodo y hay suficiente espacio.

Huecos y maletero

El segundo apartado donde destaca el Zafira Tourer es en huecos y soluciones prácticas, porque hereda soluciones que ya pudimos ver en el Meriva, y que aportan un plus de practicidad al interior y huecos más que suficientes en todo el habitáculo.

En el tren central cuenta con el centre-rail, una solución como ya dije del Meriva, donde en un rail se incorpora el reposabrazos con guantera incluida, debajo de este una bandeja con posavasos que se puede ocultar o no, y debajo de este una guantera más profunda aún para dejar nuestras cosas. Es decir, en tres alturas tenemos desde una guantera hasta un posavasos y el apoyabrazos.

El maletero tiene una capacidad de 710 litros con cinco asientos, una cifra elevada sobretodo si la comparamos con otros monovolumenes similares. Y con las siete plazas es capaz de albergar 152 litros en el maletero.

Nos despedimos, pero no podemos olvidarnos de la iluminación ambiente, hoy en día, es un aspecto que cada vez están cuidado más y el Zafira Tourer también sorprende por ello. Un séquito de luces LED perfilan los apoyabrazos de las puertas y tren central.

En la tercera parte nos centraremos en el equipamiento de serie, sin olvidarnos del equipamiento de seguridad y cerraremos la prueba con nuestra valoración general y precios.

Fotos | Diego G. Moreira


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