El Opel Manta eléctrico podría finalmente quedar en el olvido
Con el Manta eléctrico Opel iba a seguir la tendencia iniciada por otros fabricantes de recuperar modelos que hicieron historia décadas atrás para convertirlos en modelos eléctricos en la actualidad
La reinterpretación en un vehículo eléctrico actual del mítico Opel Manta de los años 70 que el fabricante alemán presentó en mayo de 2021 probablemente no será llevada a la producción en serie en 2025, tal y como estaba previsto. Stellantis parece no estar convencida de la viabilidad de este proyecto y, por ese motivo, tiene la intención de descartarlo. Y lo mismo ocurriría también con el sucesor del Insignia.
Eso es al menos lo que se asegura en un reciente reporte al que hacen alusión medios franceses, aunque se desconoce cuál es la fuente de esta información. Stellantis planearía así que Opel se centre en los modelos actuales más tradicionales de su marca, potenciando su electrificación y la comercialización de nuevas versiones eléctricas de los mismos.
En verano de 2021, cuando el Director Ejecutivo de Opel era Michael Lohscheller, la compañía anunció la posibilidad de poner en el mercado el Manta eléctrico, al considerarlo un modelo tremendamente «emocional» y con una gran capacidad de atraer nuevos clientes hacia la marca. Entonces se habló incluso de que esto era algo que podría ocurrir hacia mediados de esta década, dada la extraordinaria aceptación que había tenido el prototipo GSe ElektroMOD presentado en mayo de ese mismo año.
Sin embargo, desde entonces ya no se ha sabido absolutamente nada más sobre este asunto y ahora, casi tres años después, es cuando nos hemos enterado de que el Manta eléctrico podría finalmente quedar en el olvido.
Stellantis tiene también otros planes para el Insignia
Por otro lado, y en lo que respecta al nuevo Insignia, el fabricante alemán afirmó en marzo de 2022 que la nueva generación de este modelo solo estaría disponible en versiones totalmente eléctricas. Poco después, la compañía también dio a conocer su decisión de detener su producción en la planta de Rüsselsheim, anticipándose así a la llegada de esa nueva generación. Opel argumentó en aquella ocasión que la plataforma que empleaba aquel modelo no permitía su electrificación y el nuevo Insignia debía ser desarrollado desde cero.
Tras la desaparición del Insignia, desde entonces el catálogo del fabricante carece de una berlina de tamaño medio y esto es algo que no parece que vaya a cambiar en un futuro próximo.
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