Opel actualiza al Rocks, su urbano eléctrico, con nuevos detalles estéticos

Si hay un lugar donde un vehículo eléctrico destaca por encima del resto es dentro de la ciudad y ya no solo por las restricciones que se puedan sufrir sino también en lo que se refiere a consumo y, obviamente a emisiones, además en facilidad de uso. El grupo Stellantis con sus distintas marcas también se ha fijado en los más jóvenes, ofreciéndoles un producto de uso urbano como alternativa al patinete o la bicicleta eléctrica, aunque obviamente más caro.

Primero lo hicieron con el Citroën Ami, al que le siguió el FIAT Topolino con una imagen más fresca y desenfadada, para terminar con el Opel Rocks, que toma una estética prácticamente calcada del Ami de primera generación ya que recordemos que el cuadriciclo francés se actualizó con una nueva imagen tan llamativa como moderna. Ahora le toca el turno al Opel Rocks, pero a diferencia de su hermano francés el Rocks no sufrirá cambios tan radicales y por lo tanto llamativos.

En lo que se refiere a su exterior como podéis ver la base de su diseño se mantiene inalterable aunque la marca ha aplicado la filosofía «Detox» como al resto de sus modelos. Esto significa que, en la parte delantera y más concretamente justo por debajo de la luna delantera, se sitúa el «Opel Vizor» que ahora es totalmente en negro teniendo los característicos logotipos blitz de la marca en color blanco incluso también el que se instala en la zaga. Para la carrocería se apuesta por un gris claro que contrastará con el negro que ahora se aplica al techo, además de a la parte inferior de los parachoques, los pasos de rueda y en mayor medida en las llantas.

Si en el exterior los cambios solo son estéticos en el interior sucede más de lo mismo, aunque en menor medida si cabe. Si abrimos sus puertas la amplia luminosidad que aporta el techo panorámico de cristal templado nos da la bienvenida, un pequeño espacio pero bien iluminado para poder ver el único cambio que encontraremos en su interior: el blitz instalado en el volante también se encuentra en color blanco sobre un fondo negro, igual que en el exterior.

A nivel de equipamiento el Opel Rocks seguirá siendo un urbano que busca la sencillez y la funcionalidad por lo que en su interior perfectamente aprovechado no tenemos grandes excesos, la única pantalla se encuentra tras el volante y proporciona información básica mientras que el sistema de infoentretenimiento corre por cuenta del usuario, es decir, conectado su smartphone en la base con conectividad dongle DAT para la conexión de red y acceso a la app myOpel, mientras que a través de Bluetooth pueden escuchar música, usar el navegador o realizar llamadas.

Obviamente a nivel mecánico no se producen cambios, el Opel Rocks seguirá entregando 6 kW de potencia con picos de 9 kW que unido a las baterías de 5,5 kWh le permiten registrar una autonomía de 75 kilómetros, lo que sin duda sirve para garantizar la movilidad diaria dentro de la ciudad, para una vez descargada poder volver a disfrutarlo pasadas dos horas tras iniciar la carga.