Los precios de la gasolina y el gasóleo están muy altos estos días y esto tiene varias causas: desde la falta de producción hasta la situación en Ucrania.
La ocupación rusa a Ucrania ya se deja notar en la industria de la automoción
Varias marcas anuncian que la crisis de Ucrania está causando problemas y retrasos en la producción en varias plantas europeas, así que han programado paradas.
Después de meses de incertidumbre por causa de la pandemia, pasar por la posterior reapertura de los mercados y encontrarse con la escasez de semiconductores y otra materia prima para la fabricación de vehículos, parecía que todo iba solucionándose poco a poco. La ansiada normalidad se ha ido imponiendo poco a poco y aunque la falta de materiales sigue siendo un problema, se va avanzando con rapidez.
Pero en el mes de febrero nos hemos encontrado con otro problema que no esperábamos y que ha supuesto un duro golpe para la economía y la industria a nivel global, pero con más repercusión en el territorio europeo. La invasión rusa el territorio ucraniano ha supuesto un problema para la industria automovilística y ya se están notando las primeras consecuencias.
El efecto en la industria de la automoción
El primer efecto es que varias fábricas del entorno de Rusia y Ucrania han programado paradas en la producción. Ucraina es proveedor de diversoso componentes indispensables para la fabricación de coches, así que el cierre de las plantas productoras de estos ha cortado el suministro hacia esas fábricas en territorio europeo.
Es el caso del cableado, que llega entre otras plantas a las que el Grupo Volkswagen tienen en Zwickau y en Dresde. En el caso de la primera, tiene programado un alto en la fabricación del 1 al 4 de marzo, mientras que la segunda ha anunciado que parará la producción del 2 al 4 de marzo. Ambas se suministran de proveedores ubicados en el oeste de Ucrania, así que están a la espera de que mejore la situación y se normalice el mercado en la zona.
Estas dos plantas trabajan con la plataforma MEB y se encargan de producir unidades de, entre otros modelos, el ID.3; el ID.4 y más recientemente, el ID.5 y el ID.5X. Esto va a suponer un retraso considerable en la entrega de unidades de estos modelos y causará problemas de logística a la marca.
Pero no es la única marca que se ha visto perjudicada por la situación. Renault ha sufrido también retrasos en las plantas de Moscú y la ubicada en la frontera sur de Rusia, gestionada por AvtoVaz. Rusia es el segundo mercado en importancia para Renault y supone el 18% de las ventas globales de la marca.
La falta de suministros y la aplicación de sanciones va a hacer que sea complicado continuar con la producción de manera normal durante un tiempo. Otras empresas relacionadas con la automoción tienen varias decenas de fábricas en territorio ruso o ucraniano, así que es de esperar que en los próximos días vayamos conociendo más empresas que anuncien paradas y restricciones varias en la producción.
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