Ocho vicios al volante que te costarán dinero… y puede que algún disgusto

Guillermo Lopez     1 junio 2018     9 min.
Ocho vicios al volante que te costarán dinero… y puede que algún disgusto

Al volante de nuestro coche realizamos actos de forma innata que, sin saberlo, cuestan a la larga más dinero en el mantenimiento… y puede que algún disgusto

Los vicios que como conductores desarrollamos en nuestra postura y comportamiento al volante de nuestro coche son ciertamente perniciosos en muchas ocasiones de cara tanto a la perfecta conservación del mismo como a la hora de proporcionarnos una mayor seguridad mientras lo conducimos. Se trata de malos hábitos que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida como conductores de vehículos que vienen dados por la creciente confianza que adquirimos con el manejo diario del coche. Hábitos que pueden tener efectos claramente negativos, pues pueden terminar por provocar desde simples averías a importantes defectos que incluso terminen por dejar inservible nuestro automóvil.

Hay muchos, casi tantos como conductores, pero en esta ocasión únicamente nos vamos a referir a ocho de ellos, por ser de los más extendidos y comunes entre la gran mayoría de los conductores.

1. La palanca del cambio no es un reposamanos

Este es uno de los errores que más comúnmente cometemos los conductores: llevar la mano derecha sobre la palanca del cambio. Ya sea por comodidad o por pensar que con ello mejoramos nuestro control sobre el vehículo, lo cierto es que tal actitud puede llegar a costarnos mucho dinero en reparaciones. Mientras circulamos, el simple peso de nuestra mano puede afectar a los mecanismos internos de la propia palanca o bien terminar a la larga por producir innecesarios desgastes en elementos internos de la transmisión, cuya reparación será ciertamente costosa.

Al margen de los más de 200 euros que puede costar la reparación más simple del cambio y su palanca, no debemos dejar de tener en cuenta que lo más recomendable es llevar siempre ambas manos sobre el volante. En caso de reacciones rápidas o imprevistas, el control del vehículo con las dos manos será siempre más rápido y eficaz que con un única mano. Recuerda: las dos manos, siempre en el volante

2. Deja de pisar el embrague inútilmente

Muchos conductores mantienen presionado el embrague mientras esperan que el semáforo se ponga en verde, que el peatón cruce por el paso de cebra o que la circulación reanude la marcha mientras están en un atasco. Mala elección, porque la función del embrague debe utilizarse básicamente sólo al efectuar los cambios de marcha. Mantener presionado el embrague en situaciones como las descritas fuerzan la función de los discos del embrague los desgastan innecesariamente, tanto a estos como a todas las piezas que trabajan con ellos.

El embrague es un elemento de fricción y abusar de su uso lo desgastará en exceso, lo que provocará que comience a dar fallos y forzará su sustitución. Esto obligará a tener que pasar por el taller para repararlo, lo que conlleva un gasto medio aproximado de 526 euros. Recuerda: cuando pares, cambia rápidamente a punto muerto hasta que vuelvas a reanudar la marcha. Además de más económica, es una acción mucho más segura.

3. En parado, el volante siempre quieto

Muchos conductores aprovechan las paradas para mover su volante y hacer ejercicio o prácticas de movimientos de manos con él. También hay muchos otros que mueven por completo la dirección antes de iniciar la marcha. Craso error.

Al mover el volante en parado, lo único que logramos es provocar daños en el sistema de dirección. Daños que desgastan en exceso los neumáticos, provocan desalinemientos de la dirección, fuerzan innecesariamente la servoasistencia y que pueden incluso llegar a afectar a la suspensión delantera del vehículo. La cremallera de la dirección también sufre de forma directa por esta acción, al igual que la bomba del sistema , elementos estos últimos cuyos costes de reparación suponen facturas medias de 331 y 623 euros respectivamente.

Recuerda: “jugar” en parado a conducir tu coche puede salirte muy caro

4. No apures hasta la última gota

Ahora que el precio de los combustibles se ha vuelto a disparar, serán muchos los conductores que estiren al máximo la capacidad de su depósito y apuren en lo posible antes de tener que volver a repostar de nuevo, llevando su coche hasta más allá del límite de la reserva. Además del riesgo de quedarse tirados en la carretera (acción que puede incluso provocarnos una sanción) conducir con el vehículo en reserva no es bueno. Al hacerlo se incrementan sobremanera las posibilidades de que las impurezas del combustible acumuladas en el fondo del depósito entren en el motor y terminen por afectar a los sistemas de inyección o al filtro de combustible, provocando averías en ellos. La bomba del combustible también puede verse seriamente afectada, dado que puede provocarse un funcionamiento “en seco” de la misma.

Cambiar un filtro de combustible, la operación de mantenimiento de menor coste de las descritas, supone ya de por sí 56 euros, y es la menor de las averías que puede provocarnos el circular con el depósito en reserva. Reparar inyectores sería bastante más caro

Recuerda: Para evitar estos problemas, no esperes a repostar hasta llegar a la reserva del depósito y realiza las labores de mantenimiento programadas para evitar estos problemas y alargar así la vida útil de tu coche.

5. Ni rápido ni lento, practica la conducción eficiente

Tanto por tu seguridad como para el buen mantenimiento de tu automóvil practicar una conducción agresiva como excesivamente tranquila resulta perjudicial y bastante caro. Conducir de manera agresiva o excesivamente tranquila provoca enfados a tu alrededor. Conductores que protestan y se enfadan y a los que tu actitud estresa. Tus acciones bruscas o excesivamente lentas también provocará las suyas y ello puede desencadenar un accidente, con las graves consecuencias que ello puede tener.

Los bruscos acelerones y frenazos que comporta la conducción agresiva también implican un mayor desgaste para tu coche, especialmente para el motor, los frenos y las cajas de cambio, así como para neumáticos y amortiguadores. Eso sin contar con que los cambios bruscos pueden dañar otros elementos como la transmisión e incluso el cigüeñal del coche, elementos cuya reparación supone costes medios de 200 y 324 euros respectivamente.

Recuerda: Practicar una conducción eficiente te permitirá anticiparte a las situaciones del tráfico y hará más fluida tanto tu circulación como la de los demás vehículos. Practicándola podrás ahorrar más de un 20 por ciento del combustible que habitualmente consumes, así como también alargarás la vida útil de los distintos elementos de tu coche y espaciarás tus visitas al taller.

6. Frena en su justa medida

Para parar el coche o reducir su velocidad no siempre es necesario recurrir a los frenos. Levantar el pie del acelerador y circular por debajo de los límites establecidos para la vía, ayuda a reducir la velocidad del coche y utilizar el funcionamiento del motor como freno también.

Con los nuevos sistemas de regeneración de energía que los coches eléctricos e híbridos más modernos incorporan, esta es una práctica recomendable que además de ofrecer mayor seguridad en la conducción permitirá que te ahorres unos cuantos euros en combustible y especialmente en los consumibles de los sistemas de freno. Cambiar unas pastillas de freno delanteras tiene un coste medio de 95 euros, cifra que puede ir a más si también tenemos que cambiar los discos o incluso los neumáticos si hacemos un uso inadecuado de los frenos

Recuerda frenar siempre en su justa medida, especialmente cuando las circunstancias meteorológicas son adversas. Evitarás riesgos innecesarios.

7. Distancias, las justas

En el uso del automóvil las distancias de seguridad hay que respetarlas, tanto en movimiento… como en parado. Circular muy cerca del coche que nos precede supone un riesgo innecesario que debemos evitar. La gran mayoría de los accidentes de circulación, especialmente en las grandes ciudades, se produce por alcances debidos a un cálculo erróneo de la distancia de seguridad con el vehículo precedente. Esto provoca numerosas y muy caras reparaciones.

Y cuando dejamos el coche estacionado también es importante calcular bien las distancias. Aparcar sobre la acera o los bordillos o circular muy pegado a ellos puede provocar importantes daños en los neumáticos, especialmente en los flancos, su parte más débil y donde los daños inmediatamente fuerzan a la completa sustitución del mismo.

Aparcar sobre las aceras o subidos a los bordillos así como circular muy cerca de ellos también puede provocar importantes perjuicios en la alineación de la dirección, los distintos elementos que componen la suspensión del coche o dañar los amortiguadores. Reparaciones bastante costosas como el cambio de un amortiguador delantero (254 euros), pueden evitarse manteniendo una buena distancia de seguridad

Recuerda que, tanto en la carretera como al circular en ciudad, cada centímetro de distancia cuenta para protegerte a ti y a tu coche.

8. El mantenimiento de tu coche, tu primera obligación

Retrasar las operaciones de mantenimiento de tu coche o realizarlas en sitios inapropiados es otro de los grandes vicios de los conductores. Lejos de evitar el gasto, con ello lo único que consigues es que este cuando se produzca sea aún mayor. Cuidar bien tanto el motor como el resto de elementos mecánicos de tu coche es primordial, tanto para tu seguridad como para alargar la vida útil de tu coche. Llevar los depósitos de líquidos del coche en su nivel adecuado, un aceite limpio y en óptimas condiciones, filtros limpios y sin partículas ayuda a que tu coche funcione correctamente y no te deje tirado cuando menos te lo esperas.

Un coche que circule con niveles de líquidos por debajo de lo normal puede provocar importantes averías. Circular con poco aceite puede destrozar tu motor y con poca agua en el circuito de refrigeración terminar con él en pocos kilómetros.

Realizar las labores programadas de mantenimiento del coche supone un gasto medio que va desde los 69 a los 187 euros, una cantidad mínima comparada con el gasto que las averías por un defectuoso mantenimiento pueden llegar a provocar en tu coche.

Recuerda: Mantener adecuadamente tu coche es tu principal obligación como propietario de un vehículo, tanto por tu seguridad y la de los demás usuarios de la vía como por tu economía, pues cada euro que inviertes en ello te ahorra muchos más en la reparación de averías sobrevenidas por un defectuoso mantenimiento.

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