Los objetos sueltos dentro de un coche puede provocar daños mortales
Dos simulaciones distintas muestran las consecuencias de viajar con carga sujeta o carga libre en el habitáculo con el fin de concienciar sobre esta práctica
Sabemos que el peligro de viajar en un coche con el cinturón mal colocado o, directamente, sin él, multiplica exponencialmente el riesgo de sufrir daños de diversa índole. Pero, muchas veces, se descuide la carga que se transporta en el habitáculo.
Además de que, según se recoge en el Art. 14 del Reglamento General de Circulación que regula la disposición de la carga establece cómo ha de trasportarse todo aquello que se ubique fuera del maletero, resulta habitual que, en caso de que necesidad o comodidad, todo lo que sea susceptible de ser alojado fuera del compartimento de carga se lleve junto con los pasajeros.
Objetos tan habituales de llevar con nosotros mismos como son el teléfono móvil o las llaves o una lata de refresco, pueden convertirse en proyectiles en caso de frenada contundente o impacto.
Una vez más, un nuevo estudio, en este caso realizado por el Real Automóvil Club de España, RACE, vuelve a poner de manifiesto el riesgo al que nos exponemos cuando viajamos con objetos libres en el interior de un vehículo. De hecho, según sus datos, un 40 por ciento de los encuestados admite haber transportado carga de manera irregular.
A tan solo 45 km/h el riesgo de llevar carga libre puede ser mortal
El test del que damos difusión tuvo en cuenta dos simulaciones: una, donde el vehículo circulaba con la carga sujeta, mientras que, en el otro supuesto, se realizó con la carga libre de ataduras.
La prueba se realizó mediante la exposición a un choque frontal del vehículo contra un bloque de cemento a una velocidad de tan solo 45 km/h.
Test de impacto: vehículo con carga sujeta
Test de impacto: vehículo con carga libre
En el análisis del primero, en el que la carga se encuentra bien sujeta, las consecuencias derivadas del choque de haber sido sufridas por personas hubieran sido daños de consideración leve, ya que no existieron peligros añadidos a los del propio choque.
Por su parte, de la evaluación del segundo, donde la carga se ubica sin ningún tipo de sujeción y distribuida de manera azarosa, los maniquíes reflejaron daños que, en humanos, hubieran resultado graves en varias zonas, destacando los recibidos en el cráneo que pudieran haber provocado lesiones que comprometerían la vida del conductor.
Tanto en periodos como en los que vivimos actualmente como en épocas de alta movilidad en carreteras, tanto extraurbanas como urbanas, como son las operaciones especiales en campañas concretas de verano, puentes, festivos… en los que los vehículos sirven para, además de transportar a sus pasajeros, para hacer lo propio para con respecto de sus pertenencias, cabe más que nunca hacer hincapié en que, llevar objetos, independientemente del tamaño o del peso, en el interior del vehículo suponen siempre un riesgo, en menor o mayor medida, pudiendo resultar, incluso, mortal.
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