Nuevos estudios sobre los biocombustibles
En la vorágine de la ecología y la reducción de consumos y emisiones a la atmósfera los biocombustibles surgieron como una preciosa alternativa a la gasolina y sin embargo cada vez resulta más preocupante mantener el ritmo de producción de estos combustibles alternativos, pese a que en Europa un porcentaje de la población los usa. […]
En la vorágine de la ecología y la reducción de consumos y emisiones a la atmósfera los biocombustibles surgieron como una preciosa alternativa a la gasolina y sin embargo cada vez resulta más preocupante mantener el ritmo de producción de estos combustibles alternativos, pese a que en Europa un porcentaje de la población los usa.
Los biocombustibles transforman alimentos corrientes como el maíz y lo utilizan para animar los automóviles. El primer problema que ya lleva un tiempo en liza es el hecho de que muchas familias agrícolas vendan sus productos para la industria del automóvil, que lo paga mejor, y otras familias cuyo sustento dependía del maíz vendido se vean sin alimento que consumir.
Ahora la revista científica Science saca un estudio en el cual queda reflejado que todo en el proceso de fabricación del biocombustible se genera bastante CO2, que no es neutro en emisiones como se dice. El estudio simula un aumento de la producción con dos alternativas: roturar las zonas boscosas en zonas agrícolas o intensificar las zonas agrícolas actuales con fertilizantes.
La primera solución incluye un descenso de la masa boscosa que reduce la capacidad de absorción del CO2, mientras que la segunda lo que haría es emitir dióxido de nitrógeno, un gas altamente tóxico y contaminante. Así pues no está nada claro que realmente sea una salida beneficiosa.
Vía | Diariomotor
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