Nuevo Volvo XC90: actualización para el lujoso SUV de 7 plazas, que seguirá siendo híbrido enchufable

Parece que Volvo va a prolongar más allá de lo inicialmente previsto la vida de algunos de sus modelos principales con sistemas de propulsión convencionales, antes de pasarse definitivamente a la movilidad cien por cien eléctrica. Y la renovación del Volvo XC90 es un claro ejemplo. La marca sueca ha decidido dar continuidad a la segunda generación de su SUV de siete plazas, que llegó al mercado en 2014 y se actualizó en 2019, y ahora recibe mejoras que afectan principalmente a su diseño.

Los cambios no son muy profundos, ni en el exterior ni de puertas hacia dentro. Podemos decir que se trata de un restyling muy ligero, con el que Volvo ha aprovechado para mejorar aún más el interior del SUV de lujo incorporando nuevos materiales -muchos de ellos reciclados-, un sistema de iluminación ambiental mejorado y espacios de almacenamiento adicionales en la consola central. Addemás, se ha reposicionado el cargador inalámbrico para el móvil, que pasa a estar situado detrás de la consola, y se ha prestado especial atención a la insonorización del habitáculo, que conserva la disposición con tres asientos individuales en la segunda fila y la posibilidad de incorporar una tercera fila con dos plazas adicionales.

Sistema multimedia mejorado con pantalla de 11.2 pulgadas

Más allá de los nuevos elementos de diseño, la novedad más interesante del XC90 es la adopción del sistema de infoentretenimiento desarrollado para los EX90 y EX30, mejorando así lo que en Volvo denominan «la experiencia de usuario». Algo que no será exclusivo únicamente del nuevo XC90, pues la marca anuncia una actualización inalámbrica del software para todos los Volvo con Google integrado.

En el caso del XC90, las mejoras incluyen la adopción de una pantalla multimedia más grande, que pasa a ser de 11,2 pulgadas, y con mayor resolución. La configuración de los menús pasa a ser como la estrenada en sus últimos modelos eléctricos, más sencilla e intuitiva, con los menús de las funciones más utilizadas siempre en primer plano. Otra mejora es que, en el caso de las vesiones híbridas enchufables, se podrá cambiar entre los distintos modos de conducción desde la misma pantalla de inicio, sin necesidad de navegar por distintos menús.

En cuanto a la gama mecánica, de momento se mantienen las dos versiones, el B5 con el motor 2.0 de gasolina de 4 cilindros e hibridación ligera -etiqueta ECO-, que rinde 250 CV; y la variante híbrida enchufable T8 -etiqueta CERO-, con una potencia de sistema de 455 CV, que mantiene la misma batería y una autonomía en modo eléctrico de 70 km, que empieza a ser poco en comparación con lo que ya ofrecen híbridos enchufables de marcas como BMW y Mercedes-Benz, superando los 100 km.

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