Nuevo BMW Serie 8: así es el renacer de un mito

Muchos son los modelos que han intentado hacer historia y marcar un antes y un después en el mundo de la automoción, pero muy pocos han sido los que lo han conseguido. El BMW Serie 8 se encargó de crear un mito automovilístico, puesto que se presentó como un modelo capaz de englobar lujo, deportividad y exclusividad, pero el fin de su producción llegó y desoló a todos los amantes del GT de la firma germana. Sin embargo, BMW ha decidido revivir esa nomenclatura, y el nuevo Serie 8 llega más fuerte que nunca para continuar con el importante legado que dejó su antepasado.

BMW ha conseguido trasladar ese conjunto de características fundamentales al nuevo Serie 8, donde la exclusividad y la deportividad brillan por doquier. Al mismo tiempo, la firma teutona ha conseguido establecer un diseño moderno en el que se aplican numerosos rasgos propios de la actualidad pero, por otra parte, la elegancia propia del Serie 8 original sigue presente por todas partes en nuevo deportivo de BMW.

Diseño exterior: elegancia, deportividad y exclusividad

El nuevo BMW Serie 8 se instaura de lleno en el lenguaje de diseño actual de la marca, el cual se está aplicando sobre sus últimos productos, como el nuevo X5 o el inminente Z4. La firma germana se ha mantenido fiel al concepto original que emplearon para crear el Serie 8 de antaño, pero adaptándolo a las nuevas tecnologías y gustos del mercado.

Por una parte nos encontramos con la filosofía tradicional de un GT, donde el amplio frontal manifiesta un claro carácter deportivo a la par que elegante. Podemos percatarnos de que la calandra central sigue estando gobernada por los ya tradicionales riñones de BMW, los cuales se estilizan mucho más para seguir aportando ese diseño más deportivo y agresivo.

Lo mismo sucede con los pilotos delanteros, que se vuelven más largos y delgados con el objetivo de proporcionarle al nuevo Serie 8 una mirada mucho más acorde con lo que esconde bajo el capó. Al mismo tiempo, podemos observar como el lateral sigue transmitiendo esa musculosas líneas que le han sido otorgadas, pero donde realmente encontramos un diseño innovador es en la zaga. La parte trasera del nuevo Serie 8 se caracteriza por presentar dos pilotos completamente nuevos, los cuales no solo emanan deportividad y elegancia, sino también personalidad y un aire fresco y actual.

Al mismo tiempo, también debemos hacer una mención especial al difusor, cuyo diseño ancho y seco ofrece un aire más agresivo. Este se encarga de custodiar dos poderosas salidas de escape, las cuales serán las responsables de inundar las carreteras con la banda sonora de sus propulsores. Sin embargo BMW no solo se ha esmerado con el diseño exterior, sino también con el habitáculo.

Diseño interior: un salón de tecnología y confort con ruedas

Abrir la puerta del nuevo Serie 8 y sentarse en su habitáculo es una experiencia realmente enriquecedora para cualquier amante del motor. Podemos percatarnos de como BMW ha querido seguir ofreciendo un interior repleto de materiales de primera calidad, con un alto arsenal de tecnología pero, al mismo tiempo, han optado por mantener un diseño propio y con personalidad.

Observamos como la firma germana ha procurado ofrecer un interior minimalista y limpio, donde los botones se reducen al máximo y las grandes pantallas de infoentretenimiento y cuadro de mandos se encargan de gestionar la mayoría de las funciones del Gran Turismo de BMW. Por una parte, nos encontramos con un cuadro de mandos completamente digital, donde la marca ha prescindido de elementos analógicos. Esta, se caracteriza por contar con unas medidas de 12,3 pulgadas y, al mismo tiempo, el conductor podrá configurarla completamente a su gusto.

El cuadro de mandos se ve apoyado por la pantalla de infoetretenimiento de 10,5 pulgadas incrustada en el salpicadero. Se denomina BMW Live Cockpit Professional, y este nos permitirá disfrutar de multitud de funciones tanto de manera manual como mediante control gestual, una nueva tecnología que bMW lleva poniendo en práctica desde el lanzamiento de sus últimos modelos.

Sin embargo, la firma germana no ha querido quedarse ahí y ha decidido llevar a su nuevo BMW Serie 8 hasta el siguiente nivel. Para ello, han creado algunas piezas mediante cristal, con el objetivo de elevar aún más la exclusividad. Este material podemos encontrarlo principalmente en la consola central, donde la caja de cambios o el mando para controlar el sistema de infoentretenimiento se han vestido con cristal.

Dos grandes motores para el buque insignia de BMW

Es cierto que BMW ha hecho un trabajo espléndido tanto con el exterior como con el interior pero, para obtener un conjunto perfecto, también ha sido necesario recurrir a dos grandes propulsores. El nuevo Serie 8 contará de momento con dos motores, los cuales son capaces de ofrecer prestaciones propias de un deportivo y un alto nivel de confort.

Por una parte nos encontramos con la variante más potente con apellido M, el M850i, que se presenta como el motor más rudo y carismático del Serie 8 a falta de la creación de un M8. Se trata de un V8 sobrealimentado de 4.4 litros, el cual es capaz de erogar 530 CV de potencia y 750 Nm de par motor, unas cifras que catapultan al deportivo germano hasta los 100 km/h en tan solo 3,7 segundos.

Al mismo tiempo podemos optar por el 840d, la única opción diesel hasta el momento. Se trata de un seis cilindros en línea de 3.0 litros capaz de ofrecer 320 CV y 680 Nm de par, una puesta a punto más que suficiente como para englobar deportividad, confort y eficiencia en uno solo. El Serie 8 equipado con este motor es capaz de alcanzar los 100 km/h en 4,9 segundos y una velocidad máxima -al igual que el M850i- de 250 km/h limitada electrónicamente.