Nuevo Aston Martin DBX: llega el primer SUV de la marca inglesa repleto de lujo y exclusividad
El Aston Martin DBX ya está aquí después de una larga espera, y llega arropado por un elegante diseño y por un motor V8 de 550 CV.
Aston Martin ya anunció hace un tiempo que había sucumbido al segmento SUV, un sector en el que muchos de sus principales rivales ya habían militado. Meses más tarde, la casa inglesa mostraba al mundo una mula de pruebas encargada de adelantar el aspecto final del DBX, nombre que recibe este nuevo integrante. Hoy, la firma por fin ha desvelado a este esperado modelo, el cual llega cargado de la esencia de la marca junto con una serie de detalles que convierten al Aston Martin DBX en uno de los SUV más deportivos y exclusivos del mundo.
Gracias a un diseño fiel a sus principios y un elegante y lujoso interior, el nuevo DBX se inscribe en esa línea tan característica de Aston Martin. No en balde, los ingenieros de la marca no se han olvidado de aportar el característico toque deportivo de sus retoños, motivo por el que el SUV inglés está dispuesto a convertirse en uno de los más rápidos de este concurrido sector.
Diseño Aston Martin puro y duro
Eran muchos los que mostraban su preocupación cuando los de Gaydon anunciaron que llegaría un SUV más pronto que tarde. Sin embargo, Aston Martin ha demostrado un ejercicio de diseño al que pocas pegas se les puede poner, puesto que han recurrido a sus característicos patrones para hacer que el DBX sea rápidamente identificado como un Aston Martin pese a su mayor envergadura y a sus cinco puertas.
La zona frontal se encuentra gobernada por uno de los sellos de identidad de la marca, la calandra. Esta adopta ese nuevo diseño que ya hemos visto reflejado en los últimos lanzamientos de la casa inglesa, y la cual se ve acompañada ovalados faros con tecnología LED. El lateral coge fuerza gracias a la fisionomía de SUV y se acentúa gracias a unas imponentes llantas de 22 pulgadas.
Por último y ya antes de entrar a analizar el habitáculo, podemos apreciar una musculosa zaga en la que nos llamará poderosamente la presencia de dos alerones: uno al final del techo y otro tipo ducktail justo por encima de los pilotos. Y hablando de los pilotos, estos son finos y alargados y su diseño se ha inspirado en los ya presentes en el Vantage, su hermano pequeño. La guinda final la encontramos en la defensa, donde se han inscrito dos deportivas pero sutiles salidas de escape que le dan ese toque picante al SUV inglés.
Pero es en el habitáculo donde los ingenieros y diseñadores de Aston Martin han arrojado sin miedo al despilfarro grandes dosis de elegancia y lujo. Cuero, madera y más cuero son los materiales presentes en este interior que no dan pie a plástico alguno, provocando que sus ocupantes se vean envueltos en una exclusiva atmósfera. Pero la tecnología también ha tenido cabida en el nuevo DBX, algo de lo que dan fe el cuadro de mandos digital representado a través de una pantalla de 12,3 pulgadas, una central de 10,25 pulgadas o los 64 colores disponibles para configurar la luz de ambiente.
Ni diésel, ni eléctrico ni híbrido: un V8 de combustión
Pero, ¿de qué serviría ofrecer una estética tan reveladora sin una mecánica acorde? Y es que los ingenieros de Aston Martin se han cerciorado de ofrecer un conjunto a la altura de los demás modelos presentes en la gama. Para ello, la casa inglesa ha recurrido a su fiel aliada Mercedes-AMG, compañía con la que comparte propulsores y tecnología.
Gracias a la coalición de ambas, el nuevo DBX está animado por un propulsor V8 y 4.0 litros biturbo capaz de producir 550 CV y 700 Nm de par. Gracias a estas cifras, el SUV inglés se encuentra en la tesitura de cubrir el 0 a 100 km/h en unos nada despreciables 4,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 291 km/h. Para complementar dichas prestaciones, los ingenieros han incluido un sistema inteligente de suspensión neumática de tres cámaras, mediante el cual la altura de la carrocería se puede reducir en 45 mm o aumentar en 50 mm en función de las necesidades del conductor y del tipo de terreno que vayamos a abordar.
Para gestionar toda esta potencia, Aston Martin ha recurrido a una caja automática de convertidor de par y nueve velocidades, la cual se complementa a la perfección con un sistema de tracción total con diferenciales centrales y traseros controlados electrónicamente. Pero también es necesario detener esos 550 CV y los 2.245 kilos que declara el DBX en vacío sobre la báscula, razón por la que se han recurrido a unos discos delanteros de acero ventilados de 410 mm y pinzas de seis pistones; y unos posteriores de 390 mm y pinzas con pistón deslizante.
Aún es aventurado hablar de fechas y dinero en España, pero Aston Martin ya ha desvelado que el DBX tendrá un precio de 193.500 euros en Alemania. Al mismo tiempo, habrá una edición especial denominada 1913 limitada a 500 unidades y que contará con diferentes placas identificativas, una inspección dirigida por Andy Palmer, CEO de la marca, un libro de instrucciones único firmado por el Director Creativo de Aston Martin, Marek Reichman, y una invitación a un cóctel de celebración del Waldorf Astoria,
Es así como la marca inglesa ha querido entrar dando el do de pecho en un segmento muy masificado, donde pretende dar un golpe sobre la mesa y convertirse en un importante aspirante al título de mejor SUV deportivo.
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