Desde enero, los nuevos vehículos de taxi de Madrid solo podrán ser ECO… y en 2025 todos

El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a modificar la Ordenanza Reguladora del Servicio de Taxi en las calles de la ciudad y ha introducido dos importantes variaciones que afectan especialmente a quienes quieran renovar o adquirir un nuevo vehículo para la prestación del servicio. A partir del próximo 1 de enero de 2018 únicamente se podrán homologar como vehículo Taxi en la capital a vehículos con etiqueta ECO o Cero Emisiones, pudiendo elegir el propietario de la licencia libremente el vehículo.

El Plan A+ de Calidad del Aire y Cambio Climático aprobado por el Ayuntamiento de Madrid establecía entre sus medidas para reducir la contaminación en la ciudad una progresiva renovación de la flota de taxis a través de la incorporación de vehículos no contaminantes a la misma, sustituyendo los modelos actuales por nuevos modelos más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente.

La principal modificación ahora introducida en la Ordenanza Reguladora del Servicio del Taxi contempla que los todos nuevos vehículos que se destinen al servicio en Madrid tengan la etiqueta ECO o Cero Emisiones de la Dirección General de Tráfico. Únicamente quedan exentos de cumplir con ella los llamados Eurotaxis, vehículos especialmente adaptados para permitir el desplazamiento de personas con movilidad reducida en los cuales una persona en silla de ruedas puede acceder al vehículo sin necesidad de bajarse de ella. La razón que se argumenta para esta excepción es la limitada oferta comercial existente de estos vehículos adaptados.

La segunda modificación de importancia es la libertad dada a los profesionales del sector para elegir el modelo que desean adquirir para cubrir el servicio de Taxi, siempre que este cumpla con las dimensiones mínimas, con los límites de emisiones establecidos y que su configuración permita la instalación del táximetro acorde a los requisitos de la normativa estatal y autonómica. De esta manera se elimina el trámite burocrático que exigía la autorización previa del ayuntamiento para el modelo elegido.

Con estas nuevas modificaciones introducidas en la Ordenanza, los profesionales del taxi sólo podrán optar por modelos híbridos, híbridos enchufables, de gas natural, eléctricos, eléctricos de autonomía extendida o de pila de combustible de hidrógeno. Por suerte, cada vez es mayor el número marcas y modelos de este tipo de vehículos en el mercado.

Para el sector del taxi la medida tiene sus aspectos positivos pero también importantes perjuicios. Están a favor de la introducción de este tipo de modelos (de hecho llevan tiempo haciéndolo) por la mejora que ello implica de cara a reducir las emisiones y a favorecer la limpieza del aire que respiramos, pero destacan por ejemplo el mayor precio que conlleva la adquisición de este tipo de vehículos y el desconocimiento del coste del mantenimiento que un uso intensivo de ellos puede suponer. Según los fabricantes, la diferencia en el precio de adquisición se compensa rápidamente por los más reducidos costes del consumo y mantenimiento que ofrecen este tipo de vehículos.

Otro de los importantes hándicaps que los taxistas ven es la práctica imposibilidad de disponer de vehículos completamente eléctricos para el servicio debido a su todavía baja autonomía y, muy especialmente a la falta de infraestructuras de recarga existentes para garantizar un suministro cómodo para el profesional del taxi.

En todo caso, desde el sector del taxi indican que «a la hora de elegir modelos, los taxistas todavía estamos a expensas de los fabricantes de coches, que en muchas ocasiones no facilitan las instrucciones o especificaciones para conectar el taxímetro e incitan a comprar tan solo unos modelos determinados».