La norma Euro 6: algunos puntos para conocer y comprender esta normativa europea
Los coches vendidos en la UE han de estar homologados para cumplir con las emisiones registradas en la norma Euro 6, que regula sobre todo a los diésel
Muchas veces, cuando hablamos de alguno de los modelos nuevos que aparecen en el mercado, nos referimos a la Norma Euro 6, que obliga a fabricantes de otros lugares como Estados Unidos o Asia a homologar sus motores para poder ser vendidos en el mercado europeo. Puede ser que te suene de algo esta normativa y que incluso tengas claro que se refiere a las emisiones que producen los vehículos con motores de combustión interna. Pero, ¿sabes en qué consiste realmente la norma Euro 6?
Básicamente, es la quinta modificación de una norma que apareció en el año 1993 y que buscaba precisamente eso, regular las emisiones de gases contaminantes de los vehículos de motor. Para hacerlo, marcaron diferencias entre los motores diésel y los de gasolina, ya que ambos producen esas emisiones, pero lo hacen de manera diferente y además, de sustancias también distintas. En el caso de los motores de gasolina, la sustancia más común es el CO2, mientras que en el caso de los motores diésel, las emisiones de NOx (óxido de nitrógeno) se consideran más perjudiciales y se está actuando contra ellas.
La norma Euro 1, la primera de ellas, permitía que los motores diésel emitieran hasta 790 mg/km de esta sustancia nociva. Una barbaridad que hoy vemos con mucha sorpresa. Cinco años después se pasó a los 730 mg/km, una reducción bastante pequeña que no convenció a nadie. En sucesivas actualizaciones de la norma se redujo de manera considerable. En la Euro 3 ya se estableció una limitación a 500 mg/km. Con la Euro 5 se llegó hasta los 180 mg/km y ahora, con la Euro 6, se ha establecido en 80 mg/km. Si lo comparamos con la limitación original, se percibe una evolución impresionante en las cifras permitidas.
A todo esto ha ayudado la concienciación sobre los problemas que pueden causar estas emisiones de gases contaminantes y nocivos para el organismo y el medio ambiente, pero también la aplicación de tecnologías que ayudan a reducir esas emisiones. Hay que tener en cuenta que los motores diésel han sido el principal objetivo de estas normas, por encima de los de gasolina. Estos suelen emitir más CO2, pero la cifra permitida de NOx no varía con respecto a la norma Euro 5, establecida en 60 gr/km en ambas, mientras que la de partículas en suspensión también continúa en 5 mg/km.
Todos los motores diésel que se están vendiendo desde el 1 de septiembre de 2015 cuentan con tecnología que reducen esas emisiones de gases contaminantes, tanto con convertidores catalíticos de NOx en el caso de los más ligeros y con catalizadores con inyección de urea en los más potentes. Esto es el sistema AdBlue, que convierte el óxido de nitrógeno en vapor de agua y nitrógeno, algo inócuo para el organismo y el medio ambiente.
Ya sabemos que los vehículos diésel están en el punto de mira de las administraciones y que cada vez tienen más restricciones en el caso de circular por el centro de las ciudades, así que se mira con lupa qué emisiones tienen estos coches y cómo reducir su uso en un futuro próximo. Por ahora, tras el diéselgate y las prohibiciones para circular por ciudad, los diésel reciben mucha atención y quién sabe si podrán sobrevivir a medio plazo a la presión impositiva a la que se le está sometiendo. ¿Será este uno de los detonantes para la popularización de la movilidad eléctrica? Por ahora, muchos fabricantes ya ven esta como la única solución a las normas de emisiones.
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