Vídeo: un Nissan GT-R casi es pasto de las llamas en una concentración de coches

El Nissan GT-R es uno de los superdeportivos actuales más idolatrados y admirados por el panorama actual. Esto se debe a su buena relación calidad-precio, a su eficacia sobre el asfalto y a que recibe el legado de una de las sagas más adoradas por las fanáticos: la de los Skyline. Con esta premisa, es muy sencillo encontrarnos en una concentración de coches a un GT-R haciendo gala de sus prestaciones y, por supuesto, de sus llamaradas tras recibir las modificaciones oportunas. Aunque ya os adelantamos que esto último no siempre es buena idea.

Y es que hoy nos hemos topado con un caso que, si bien no ha terminado tan mal como podría, no ha sido trago de buen gusto para su propietario. Esto se debe a que el Nissan GT-R cuenta con una mecánica extremadamente potenciable, lo que invita en muchas ocasiones a realizar otras numerosas modificaciones como instalar diferentes mapas que nos permitirán hasta emitir llamas por el tubo de escape.

Esto mismo ha hecho el dueño de este GT-R, el cual ha decididlo lucirlo en una concentración de deportivos en Londres. Y es que cualquier con un V6 biturbo de más de 550 CV -o más, dependiendo del stage que lleve- querrá hacerlo rugir y ya de paso soltar alguna que otra llamarada a modo de espectáculo. Sin embargo, el final no ha sido tan bonito como muchos imaginaban.

Al principio, parece que todo va como la seda y sin ningún inconveniente. El Nissan GT-R se encuentra en plena forma y la gente disfruta de su embaucador sonido y de las llamas de fuego que salen por el tubo de escape tras soltar gas. Cuando parecía que ya había terminado, el conductor del superdeportivo japonés decide ir a por una segunda ronda de revoluciones.

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Cierto es que en el vídeo no se capta el momento exacto en el que se produce el incendio, pero todo apunta a que, por no dejar enfriar el motor y el escape, las llamas se toparon con la parte plástica de la defensa. De esta forma, el fuego empezó a expandirse obligando al propietario y a varios presentes a intentar apagarlo, algo que no fue posible hasta que apareció un extintor en escena.

Afortunadamente no hay que lamentar ni heridos ni daños demasiado graves, aunque estamos seguros de que este Nissan GT-R tendrá que hacer una larga visita al taller. Y es que tenemos que tener cuidado tanto con las modificaciones como el uso que le demos a estas, ya que no siempre resultan beneficiosas.