El Nissan GT-R pasa por las manos de Königseder
Si tuviera un Nissan GT-R lo dejaría tal como viene de fábrica, que ya es suficientemente bueno. Quizás lo único que haría sería cambiar las llantas y ya llevado al extremo, bajar un poco la altura del coche. Sin embargo, hay preparadores que tienen otras ideas. Königseder (que la vista no te engañe: no es […]
Si tuviera un Nissan GT-R lo dejaría tal como viene de fábrica, que ya es suficientemente bueno. Quizás lo único que haría sería cambiar las llantas y ya llevado al extremo, bajar un poco la altura del coche. Sin embargo, hay preparadores que tienen otras ideas. Königseder (que la vista no te engañe: no es Koenigsegg) nos muestra, desde Austria, su propia interpretación del GT-R.
Además de modificar la centralita, Königseder le da vida a este GT-R con un filtro de aire para que el motor respire apropiadamente, sistema de escapes de titanio y la potencia del motor que supera esta vez los 550 caballos, «conformándose» con 572.
El GT-R se ve bien, ya que el kit aerodinámico le ha caído como anillo al dedo. Königseder no se ha olvidado de la suspensión para que el GT-R vaya como sobre rieles, así que ha modificado la firmeza de marcha del coche, junto con unos neumáticos de 21 pulgadas.
Digamos que el color hubiera preferido que fuera otro, pero colabora para el «impacto» que el coche pueda causar. No se han dado precios de esta preparación, pero quien quiera que pueda pagar lo que Königseder le hace al GT-R, tendría algo a medio camino entre el Spec V, pero con más potencia.
Vía | Motor Trend
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