Ni Saab ni el gobierno chino ceden: a horas de la bancarrota

Saab no está dispuesta a ceder derechos intelectuales al gobierno chino y estos últimos no están dispuestos a invertir en la marca si no se les ceden ciertos derechos de fabricación e intelectuales. Éste es el resúmen de lo que está pasando en Suecia en estos momentos.

Acompaña a todo esto la intransigencia y la paciencia del administrador impuesto por el gobierno sueco. Si en horas no se define esta situación, el citado administrador podría levantar la protección que pende sobre Saab como la espada de Damocles.

Una reunión de emergencia que ha reunido a Victor Muller, los representantes de las dos compañías chinas, representantes del gobierno sueco y el administrador de Saab, Guy Lofalk, entre otros, pero no ha arrojado nada en limpio todavía.

A los chinos no les interesa lo que Saab ha representado como marca, ni su historia. Ya lo habíamos anticipado. A los chinos les interesa tener entre manos el proyecto PhoneiX y todo el jugo que puedan sacar. Saab no cede un solo milímetro en entregar toda esta tecnología. ¿Vale la pena el orgullo de última hora, cuando la bancarrota es inminente?