¿Multas en Navidad? Unos consejos para evitarlas
Los días de Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes son momentos de reunión con la familia, los compañeros de trabajo y los amigos, que llevan muchos desplazamientos y comidas y cenas abundantes en los que el coche puede ser el medio de transporte, pero también traernos alguna sorpresa desagradable
Estos días que nos vienen encima son momentos de alegría, de reunirse con la familia y de disfrutar de los amigos. Pero también es una época en la que cogemos mucho el coche y puede ser que nos encontremos con alguna sorpresa en forma de multa. Puede ser porque nos hemos pasado un poco a la hora de las comidas o cenas de empresa, o quizá te descuides a la hora de hacer las compras de Navidad y Reyes y aparques donde no debas.
Son días de mucho tráfico y de usar mucho el coche, así que la Dirección General de Tráfico y los ayuntamientos montan dispositivos especiales para controlar todo ese volumen de circulación. Para no llevarse un buen susto durante estas vacaciones tan entrañables, lo mejor es seguir estos consejos y tener un poco más de precaución de lo normal.
Los controles de alcoholemia son algo muy común en estas fechas de comidas y cenas abundantes. Hay que recordar que la conducción bajo los efectos del alcohol es una actividad de riesgo y la multa es solo una de las consecuencias que puede traer esto. La moderación es siempre una buena aliada a la hora de conducir y te aconsejamos aquel viejo dicho de que «si bebes no conduzcas».
Las tasas de alcohol son muy bajas y superarlas puede traer serias consecuencias, ya que incluso pueden acarrear penas de prisión. El límite general es de 0,25 mg/l de aire expirado, o 0,50 g/l de sangre. Esta cantidad baja hasta los 0,15 mg/l de aire expirado o 0,3 g/l de sangre. Hay que procurar no sobrepasar estos límites, porque las multas pueden ser bastante altas y estropear el buen ambiente de las fiestas.
Para evitar tener también un disgusto en forma de multa por exceso de velocidad es aconsejable adecuar siempre la conducción al tipo de vía. Si se ha de hacer algún desplazamiento largo, es mejor salir con tiempo de casa y evitar tener que apretar el acelerador. La precaución nunca está de más en estos desplazamientos, ya que la luz natural se va pronto y hay que circular de noche.
Cuando compramos, puede ser que tengamos que dejar el coche en doble fila o utilicemos para aparcar zonas que no están habilitadas para ello. Olvidemos dejar el coche en plazas para discapacitados, ya que no solo es un acto incívico, sino que puede resultar en una multa por aparcamiento indebido. Mejor no utilizar los vados, ya que aunque pueda ser un garaje con poco uso, podemos encontrarnos con que el propietario haya intentado entrar o salir con su vehículo y tengamos una multa. O peor, que la grua haya hecho acto de presencia.
Al utilizar un aparcamiento que precise tiquet, hay que dejarlo bien a la vista. A veces, con las prisas podemos olvidarnos de sacarlo. O que cerremos la puerta con demasiado ímpetu y que el papel salga volando hasta el suelo y el agente que controla el aparcamiento no lo vea. A veces, es mejor hacer las cosas con más lentitud, porque las prisas pueden traernos sorpresas.
Lo mismo se aplica con la circulación en ciudad, sobre todo si estamos en una distinta a la nuestra. Es fácil saltarse una señal de Stop que no tenemos situada o incluso saltarnos un semáforo. Por estas infracciones podemos llevarnos un buen susto y una sustancial multa por parte de los agentes de movilidad urbana.
Y sobre todo, hay que vigilar bien el comportamiento de los peatones. Son fechas de muchas prisas, muchas cosas que hacer y muchos sitios a los que ir. Así que hay que ir con cuidado para no tener algún golpe, ni con peatones ni con conductores menos precavidos.
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