Una pareja de mulas del Porsche 911 GT3 ruedan casi al descubierto por el Circuito de Nürburgring

Como era de esperar, la pandemia que sufrimos tendría en este estío un periodo de frenesí, un inusual verano deja, en todos los sentidos, unos meses donde y a pesar del calor, una laboriosa estación con mucho trabajo pendiente lo que lleva a recibir a diario un sin fin de documentos que revelan que no hay vacaciones para muchas empresas y, mucho menos, para el desarrollo de futuros y tan importantes coches como ha de ser el nuevo Porsche 911 GT3.

Y, aunque ésta no es la primera vez que vemos una mula de pruebas del coche, el vídeo recogido y del que damos cuenta muestra un vehículo de pruebas realmente interesante dado el bajo o discreto nivel de camuflaje que ni siquiera trata de esconder las características básicas del automóvil.

Como se puede ver en este vídeo, en primer lugar aparece la configuración que según hemos visto en la generación previa, fue comercializada como Touring. Nada más salir a pista, el Porsche 992 GT3 despliega su alerón retráctil, integrado en la zaga y que, de manera automática, aparece cuando los sensores de la velocidad o de la carga aerodinámica recogen los parámetros indicados para su exhibición y entrada en acción.

Bajo de él, la doble cola de escape central junto a con su agudo bramido que de este tramo final se desprende, dan a entender que la unidad de prueba del hipotético Porsche 992 GT3 Touring cuenta con un motor atmosférico y, por la inmediatez de la secuencia ascendente y descente del engranaje de las marchas, cuenta con una transmisión de tipo PDK.

Tras la mula con la configuración estética más discreta, salta al ruedo un imponente Porsche 911 992 GT3 con todo su esplendor desplegado sobre todo cuando se muestra el siempre excitante alerón posterior.

En una configuración más próxima a la de vehículo de carreras que a la de coche de calle, el deportivo puesto sobre el trazado del Circuito de Nürburgring demuestra dos cosas: replica el frontal del citado nuevo Porsche 911 GT3 Touring y parece más estable en su paso por curva que el mencionado.

Así, tanto la variante más radical como la más moderada muestran un capó cuyas nervaduras hacia el paragolpes muestran su incisión cuanto más nos acercamos visualmente a la oquedad que más se aproxima al suelo.

Las dos secciones laterales del capó cuentan con un puente central que, en conjunto, optimiza y canaliza el flujo aire de manera óptima, solución ya aplicada y presente en la versión ‘hardcore’ del Porsche 911 GT RS 2019.

Respecto del paragolpes, se muestra un novedoso diseño que, aunque con una boca inferior en la que se dibuja una pareja de cavidades flanqueando la sección principal, relativamente similares a las que portaba el Porsche 911 GT3 R de 2016, la versión exclusivamente de competición, sacrificando las ya habituales ventanas frente a las ruedas delanteras en favor de la canalización más sutil y angosta de los huecos presentes en los extremos del paragolpes que se apoya, finalmente, en un discreto labio inferior a modo de plancha que potencia la incisión del vehículo en su lucha contra el aire.

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Teniendo en cuenta la pareja de Porsche 991 GT3 que se recoge en este vídeo, las diferencias dinámicas entre el que cuenta con el paquete que equipa el identificativo alerón del que hace lo propio con uno similar al que, por ejemplo, condujimos en la flamante unidad del Porsche 911 Carrera 4S que disfrutamos, hacen, al menos visualmente, del primero más aplomado y, por ende, más efectivo en el paso por curvas en altas velocidades lo cual demuestra la efectividad en circuito de elementos aerodinámicos como éste.