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El Nissan 400Z se mantendrá fiel a sus principios, estéticos y mecánicos
Desde la cúpula directiva de Nissan confirman que el nuevo Nissan 400 Z no contará, al menos de inicio, con un motor ni híbrido ni mucho menos eléctrico.
Para unos será un jarro de agua fría, para otros, un motivo para seguir creyendo en los coches deportivos más puros, tradicionales o retro ya que, remontándonos a uno de los nuevos clásicos modernos dentro de los deportivos asequibles como es el Nissan 350Z y a su sucesor, el Nissan 370Z, sobre todo en su vertiente Nismo, un verdadero unicornio, que el motor del Nissan 400Z mantenga su apuesta única y exclusivamente por el uso de la gasolina como fuente de energía supone que, al menos según se presente, el nuevo Zeta no será ni híbrido ni mucho menos eléctrico.
Esta conclusión se presenta a partir de las declaraciones de uno de los responsables máximos a nivel mundial de Nissan, Iván Espinosa. El mejicano, una de las figuras con mayor peso en el organigrama de la marca, atendió a la prensa en la presentación en Yokohama del Nissan Ariya y, a pesar de que era momento para el que es el siguiente paso en la evolución de la firma nipona, que de hecho, aprovechaba la coyuntura para presentar su nueva imagen, su nuevo emblema, también tuvo tiempo para responder a algunas cuestiones sobre el deportivo de nuevo cuño.
Y es que, con todo el interés que este coche ha suscitado y, dentro de un entorno donde la electricidad era la coprotagonista de la presentación, y con la rumorología apuntando a la electrificación del motor del Nissan 400Z, la pregunta sobre un deportivo electrificado tenía cabida.
Entonces el directivo de Nissan no daba lugar a dudas: no es el momento para un Zeta electrificado, no, de momento. Espinosa lo justificaba desde un punto de vista casi sentimental que, en tiempos donde solo la respuesta políticamente correcta es la corriente aceptada, se agradece.
Y es que el Nissan 400Z debe ser un coche que se muestre fiel a una filosofía basada en el disfrute de la conducción enfundada en un atractivo físico irrefutable.
Por ello, el lastre que supone el equipo de acumulación de del conjunto eléctrico condiciona el rendimiento en situaciones deportivas como puede ser durante una jornada de tandas o track day.
A pesar de que, incluso vehículos de nuevo cuño fabricados por Nissan como el propio Nissan Ariya ofrezcan configuraciones que, en teoría, son dignas de vehículo deportivo, como son los casi 400 CV producidos en su variante más potente y asociadas a una tracción total u otros ajenos que, como el Honda e que disfrutamos durante su presentación y prueba, cuenten con un esquema de propulsión asociada a un motor de unos nada desdeñables 152 CV y un par de 315 Nm, para Esponisa, la tecnología eléctrica aún no se puede aplicar al principio de base del sucesor del Nissan 370Z.
Esto supone que, de nuevo, sin que haya confirmación al respecto, el bloque elegido por el que se decantaría Nissan cada vez parece más claro que debería ser 3.0, V6, biturbo que erogue 400 CV que dé vida al que esperamos que sea un coche de corte retro y la tecnología propia de los tiempos que vivimos donde las tasas de emisiones de dióxido de carbono condicionan la venta de coches nuevos.
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