Los tests de montaña rusa de Ford, así se diseñan los portavasos para que no se derramen líquidos
Hasta el más mínimo detalle es importante para garantizar la seguridad. Ford es consciente y por eso sus expertos elaboran creativas pruebas para comprobarlo
Estamos a finales de verano y esta misma semana millones de automovilistas saldrán a la carretera para volver a sus hogares después de unas cumplidas y merecidas vacaciones. Tendrán que afrontar largos viajes en los cuales la hidratación es fundamental para garantizar su seguridad. Transportar bebidas a bordo del coche sin que estas se derramen mientras conduces es otra más de las medidas de seguridad que los técnicos de Ford se plantean cuando diseñan el coche.
Para conseguir que los diferentes líquidos permanezcan en la taza o en el interior de la botella abierta sin derramarse y distraer por ello al conductor mientras el coche está en movimiento es una preocupación más a contemplar en el trabajo que los diseñadores e ingenieros de la marca del óvalo afrontan en cada nueva creación.
Disponer de bebidas a bordo del coche es importante. Diferentes estudios demuestran que los conductores que no están bien hidratados cometen el mismo número de errores que aquellas personas que beben mientras circulan por encima de los límites, de ahí que, según los expertos sea necesario duplicar la ingesta de líquidos cuando vamos a viajar en coche, como una medida de seguridad más.
Por descontado, hablamos siempre de agua, zumos o refrescos sin alcohol de ningún tipo y recomendando siempre al conductor aprovechar las paradas o altos en el camino para mantenerse convenientemente hidratados, porque beber mientras se conduce obliga tanto a apartar momentáneamente la vista de la carretera como a no coger el volante con las dos manos, con los riesgo que eso supone,…. al menos hasta la llegada de la conducción autónoma.
Para transportar las bebidas a bordo adecuadamente, Ford, al igual que otros muchos fabricantes, ha dispuesto en sus modelos de espacios portavasos adecuados que, aunque parezcan unos elementos de sencillo diseño, precisan de importantes pruebas adicionales al millón de kilómetros realizados para el desarrollo de los nuevos modelos.
Los ingenieros de Ford han creado lo que denominan la prueba de la «montaña rusa», un test que les permite asegurarse de que la leche, refrescos o agua no se van a derramar cuando el coche está en movimiento.
Las pruebas se efectúan en la pista del Centro Técnico de Ford en Merkenich (Alemania), donde los ingenieros y diseñadores de la marca del óvalo someten a centenares de tazas, vasos y demás recipientes de distintos tamaños a soportar fuerzas de hasta 5 G en los espacios habilitados para su transporte sin derramar su contenido. Frenadas, fuertes aceleraciones, curvas, subidas, bajadas,… el comportamiento del líquido y la sujeción de los envases se comprueba en todo tipo de situaciones de conducción normal durante cientos de kilómetros de prueba para evitar el desagradable riesgo que supone que un recipiente salga despedido de su espacio y pueda crear una situación de riesgo a bordo del coche que distraiga la atención del conductor. Bruscos giros y cambios de dirección que, al igual que en una montaña rusa, de ahí el nombre, permiten comprobar el comportamiento de estos objetos en todo tipo de situaciones normales en el interior del coche.
«Para los conductores y los pasajeros a bordo ser capaces de alcanzar su bebida favorita mientras conducen es algo fundamental para hacer más cómodo su viaje. Pero es mucho más que eso, porque mantenerse hidratados y en movimiento ayuda al conductor a mantenerse centrado y atento al camino que tiene por delante», afirma Martin Dawid, responsable ingeniería de a bordo en Ford Europa.
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