Mitsubishi Space Star Pruebas Urbanos
Mitsubishi Space Star 120 MPI Motion, prueba (motor, prestaciones, comportamiento y consumo)
Estos días analizamos en nuestra sección de pruebas uno de los vehículos más humildes y lógicos del panorama español. Hablamos del Mitsubishi Space Star, un pequeño utilitario con enfoque urbano que destaca por un motor resolutivo y un manejo fácil al alcance de cualquier conductor.
Esta semana, en nuestro apartado de pruebas nos acompaña uno de los vehículos más asequibles del mercado español. Hablamos del Mitsubishi Space Star, el modelo más pequeño y urbanita de la marca de los tres diamantes.
El Space Star se ha renovado por completo, cambiando de filosofía, con el fin de ofrecer un producto más completo y agradable al público medio. En Highmotor lo ponemos a prueba, queremos que nos enseñe todo lo que sabe hacer. ¿Nos acompañas?
Motor y prestaciones
El pequeño Mitsu se ofrece con dos motores, ambos de gasolina, con una arquitectura muy similar. Se trata de motores simples, sencillos, con pocas cosas que «puedan romperse». En nuestro caso, la unidad que hemos probado monta el motor más potente, un 1.2 tricilíndrico de aspiración atmosférica con 80 CV y 107 NM, colocado en posición delantero transversal. Con una relación de compresión algo elevada para lo que se estila dentro de los motores de gasolina (11.0 a 1), el Space Star no necesita más para moverse con soltura.
Asociado a una caja de cambios manual de 5 velocidades, el motor, que cuenta con inyección indirecta, consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 11.7 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 180 km/h. Sin duda, las prestaciones no son el punto más brillante del conjunto, pero el Space Star se mueve con mucha agilidad en las marchas más cortas, lo que garantiza un desplazamiento rápido en terrenos urbanos.
Por supuesto, si salimos a carretera, tendremos que tener en cuenta el coche que estamos conduciendo, midiendo bien los espacios a la hora de acelerar, recuperar o adelantar. Además, es importante comentar el asunto de la caja de cambios, que en este pequeño urbano tiene unos desarrollos exageradamente largos, sobre todo las últimas dos velocidades. De esta manera, en autopista a 120 km/h rodaremos a aproximadamente 3.500 rpm (algo por debajo).
Este hecho beneficia enormemente el confort acústico de los ocupantes cuando llaneamos, máxime en un vehículo como este, de corte humilde, con poca insonorización. Por contra, en cuanto afrontamos una ligera pendiente, el coche comienza a perder velocidad rápidamente, lo que nos obliga a circular muy atentos para reducir una -o incluso dos- velocidades a la mínima de cambio.
Comportamiento
El Mitsubishi Space Star ofrece un comportamiento muy particular, influenciado sobre todo por dos características concretas como son la extrema asistencia de la dirección y la suavidad de la amortiguación. Por descontado, el Space Star es un vehículo muy fácil y cómodo de conducir, que irá por donde nosotros le digamos en cualquier situación, sin poner en aprietos a su conductor.
Es sobre todo en ciudad donde se pone de manifiesto la comodidad y facilidad de conducción del pequeño japonés, donde ayudado por un radio de giro se convierte en uno de los mejores compañeros de batalla a la hora de afrontar una dura jornada en la urbe. En este contexto, tanto la dirección sumamente asistida como la amortiguación se convertirán en nuestros aliados, facilitando la conducción y mejorando el confort. Algo en lo que también influyen otros factores como lo blando que resultan tanto los pedales como la palanca de cambios de accionar.
Sin embargo, en carretera la cosa cambia, ya que la dirección a altas velocidades se torna demasiado imprecisa y blanda, haciendo que tengamos que corregir constantemente la trayectoria con ligeros golpes de muñeca. La amortiguación, por su parte, muestra su peor cara al producir unos balanceos a todas luces excesivos que si bien no interfieren en la conducción, hacen que los pasajeros sufran una incomodidad «gratuita». Si se me permite la comparación, a lo largo de la semana que he compartido con el Mitsubishi, más de una vez me he sentido como si estuviese conduciendo un Citroën 2CV -salvando las distancias, claro-, algo en lo que también ha influido el sonido de su pequeño motor, con ese timbre tan característico de los propulsores tricilíndricos.
Consumo
Uno de los puntos más relevantes a la hora de adquirir un vehículo de estas características y pretensiones es su consumo. Desde Mitsubishi declaran unas cifras más que notables para el pequeño Space Star, fruto entre otras cosas de la incorporación de un sistema Start&Stop de funcionamiento rápido y suave o de la contención del peso del conjunto, ya que este modelo en concreto no supera la tonelada, quedándose en unos más que razonables 920 kg.
Las cifras de homologación nos hablan de 5 litros justos en ciclo urbano, 3.9 litros en extraurbano y 4.3 en ciclo mixto. Las emisiones de C02 se quedan en 100 gramos justos, cumpliendo la normativa anticontaminación Euro V. Sin embargo, en un uso real los consumos no son tan bajos, si bien es posible alcanzar cifras similares siempre que conduzcamos con suavidad y pisando lo justo el acelerador. En los casi 1000 km de prueba, el consumo medio del Space Star ha sido de 5.7 litros, en circunstancias de lo más diversas, con varios viajes por autopista a velocidades de 120 km/h sostenidos.
En ciudad pura es fácil bajar de los 6 litros, mientras que en carretera el gasto se puede diferenciar en dos posibles escenarios. Si no pasamos de los 100 km/h, el consumo de carburante será realmente bajo, con medias cercanas a los 4 o 4.5 litros. Sin embargo, una vez superada la barrera de los 100 km/h, el gasto de combustible comienza a ascender de forma abrupta, plantándonos en unos 6 litros a 120 km/h.
Fotografía | Daniel Valdivielso
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