Los mitos de la ITV, desmontados por expertos
Muchos usuarios critican a la ITV porque creen que algunos de los mitos que existen sobre este servicio son reales y no cumple con la función que se le acredita
Todos los vehículos tienen que pasar la ITV para comprobar que sus principales elementos de seguridad están en regla y que el funcionamiento es correcto. Esto, al menos, es la teoría. Pero ya sabemos que hay muchos vehículos que no han pasado por la Inspección Técnica de Vehículos y circulan sin tener este requisito en orden. Un grave error que puede conllevar no solo una multa considerable, sino también suponer un serio riesgo para la seguridad víal.
Y como excusa para no pasar la ITV se utilizan muchos argumentos. La mayoría de ellos son mitos sobre este servicio, que desaniman a los usuarios a cumplir con su obligación. Vamos a desmontar algunos mitos relacionados con la ITV, desmontados por AECA-ITV, la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos. Y el primer mito que se ha de desmontar es que es algo voluntario: la ITV deben de pasarla todos los vehículos cuando les corresponda por antigüedad.
- La ITV no sirve realmente para nada: Un error bastante grave de apreciación. La ITV revisa y comprueba todos los elementos de seguridad del vehículo. Los técnicos se aseguran de que todo funciona dentro de los parámetros adecuados y señala las deficiencias. Si los fallos son graves, el vehículo quedará inmovilizado, porque no puede circular de manera segura.
- Los técnicos no tienen formación adecuada: Todos los técnicos que examinan los coches deben de tener la formación adecuada. El director de cada estación debe de ser ingeniero técnico y los técnicos deben de contar con la titulación de Técnico superior en automoción o equivalente.
- Hay un porcentaje pactado de rechazos: Como en tantos otros sectores, se trabaja para que todo se realice según las normas establecidas. Cada cierto tiempo se somenten a inspecciones y los técnicos han de trabajar con los objetivos de objetivida e imparcialidad que se requieren en este tipo de trabajo.
- Si no eres el propietario, no puedes pasar la ITV: Cualquier persona puede pasar la ITV de un vehículo. Eso sí, debe de presentar la documentación del mismo. Es decir, la ficha técnica y el permiso de circulación del vehículo.
- Puedes conducir el vehículo con normalidad hasta la segunda cita de la ITV: Cuando el vehículo obtiene una resolución desfavorable, debe de ser llevado hasta el taller y una vez solucionado el problema detectado, volver a la ITV. Es el único trayecto que puede hacer. En cambio, si es negativa, el vehículo quedará inmovilizado. En ese caso, debe de ser llevado al taller en grúa, puesto que no está en condiciones de circular. El plazo para pasar esa segunda ITV es de dos meses después de la resolución desfavorable.
- Si no se mueve, no hace falta pasar la ITV: La ITV es obligatoria, aunque el coche esté estacionado y no se utilice durante mucho tiempo. Si no tiene la ITV en vigor, no puede circular. Con el tiempo, las piezas se desgastan y es posible que se estropeen y que no funcione correctamente. Así que, aunque esté estacionado, debe superar la ITV cuando le corresponda, aunque después vuelva a ser estacionado y no se toque más hasta la próxima cita con la estación correspondiente.
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