Mini Cooper 1.5T 136 CV, prueba (Motor, prestaciones, comportamiento y consumo)
En Highmotor hemos probado el nuevo Mini Cooper con el motor gasolina 1.5 Turbo de tres cilindros capaz de ofrecer 136 CV. En esta parte de la prueba te hablamos de las prestaciones de este nuevo motor y del comportamiento, como siempre divertido, del Mini Cooper gasolina y de su consumo.
El Mini se ha renovado por completo, en esta tercera generación estrena muchas novedades (a nivel de diseño los cambios son menores) pero en el resto de aspectos hablamos de un coche completamente nuevo que sigue manteniendo una premisa: la diversión al volante.
La primera novedad viene de la mano de los nuevos motores, todos ellos de tres cilindros excepto las versiones Cooper S y Cooper SD. El Mini One y Cooper ahora equipa un propulsor 1.5 Turbo de tres cilindros con 102 y 136 CV, respectivamente, y nosotros hemos probado concretamente el Mini Cooper gasolina con 136 CV. ¿Puede un tricilíndrico ser divertido al volante y deportivo? ¿El Mini Cooper es suficiente para los que busquen sensaciones al volante? A todo esto te vamos a responder a lo largo de la prueba.
Motor y prestaciones
Hasta ahora el Mini One y Cooper usaban un motor 1.6 gasolina de origen PSA, el propulsor no destacaba especialmente ni por prestaciones ni por consumo. Pero las cosas han cambiado y el nuevo Mini Cooper estrena un motor gasolina 1.5 Turbo de tres cilindros capaz de desarrollar 136 CV.
Lo primero que notamos al volante, nada más arrancar, es el nerviosismo del propulsor, no tiene la misma suavidad que uno de cuatro cilindros, aunque el sonido es bueno y lo han afinado para que no parezca un tres cilindros (en especial con el modo Sport activo, cuando emite algún que otro rugido que nos saca una sonrisa).
Eso sí, es un propulsor prestacional y el turbo se nota, haciendo que se disfruten esos 136 CV que aparecen en la ficha técnica. Desde las 1.500 revoluciones ya notamos como despierta el turbo y el coche empieza a tirar, aunque la fuerza la notaremos a 2.500 revoluciones, con una aceleración contundente y progresiva al hora de empujar.
La combinación de motor y caja de cambios manual de seis relaciones es perfecta para sacarle todo el partido al coche. La palanca tiene un tacto correcto, con poco recorrido y un sistema que sincroniza las revoluciones del motor en función de la marcha, de esta manera al reducir una marcha se evita el típico tirón, aunque en la práctica resulta extraño puesto que da sensación de que no reduce realmente. Sin embargo, si el cambio de marchas lo hacemos de manera más rápida, no actúa este sistema y sí que se notan los típicos tirones al reducir.
Comportamiento, es un kart para lo bueno y para lo malo
Los amantes de la deportividad están de enhorabuena con el nuevo Mini, más aún si equipa la opción de suspensión deportiva. Nuestra unidad de pruebas, traía el MINI Driving Modes (que permite elegir entre varios modos de conducción) y además con ello la suspensión adaptativa (que cambia de dureza en función del modo de conducción elegido).
Da igual que selecciones el Modo Green (el eco) o el Modo Mid (intermedio) o el Sport, en cualquiera de ellos la suspensión es bastante firme y poco amiga de las irregularidades en el asfalto. Eso sí, el modo Sport es un coche con el que sientes al volante, se convierte literalmente en un kart y traza las curvas con precisión y siempre con una estabilidad envidiable.
De echo, con esta combinación de motor y suspensión, el Mini Cooper es un coche muy divertido y con el que disfrutar de cada carretera y cada curva, pesa poco (1160kg), es muy ágil y la precisa dirección (típica de BMW) hace que tengamos siempre el coche bajo control y disfrutemos.
¿Como se comporta en ciudad? Sinceramente si estás pensando en comprar un Mini para uso urbano, mejor sin la suspensión adaptativa, porque sino pierde mucho confort, incluso en carretera, por la excesiva dureza de la suspensión. Pese a que gracias a sus medidas, es ideal para las urbes.
Consumo
El nuevo Mini Cooper ha mejorado mucho en este apartado, ganando además prestaciones, puesto que la anterior generación no era muy ahorradora y tampoco era muy prestacional. En concreto ahora, consume 6 litros a los 100 km en autovía (en nuestro recorrido habitual), cifra que puede bajar hasta los 5,5 litros en carretera.
Mientras que en ciudad, el consumo ronda los 8 litros a los 100 km, todas ellas cifras buenas para este propulsor, haciendo que sea una verdadera alternativa al diesel más caro (aprox. 2000 euros).
En la tercera parte de la prueba analizaremos el diseño exterior (qué ha cambiado en el Mini) y el interior que también tiene novedades, así como el espacio y maletero.
Fotos | Equipo de pruebas
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