Mercedes ML 350 BlueTec de 258 CV, prueba (Motor, prestaciones y consumo)

Uno de los primeros SUV premium fue hace años el Mercedes Clase M, desde que en 1997 apareció en el mercado ya van tres generaciones. El nuevo Mercedes ML ha sufrido cambios importantes y exteriormente sigue la línea deportiva con tintes vanguardistas que se está poniendo de moda en el fabricante alemán.

Pero a nivel mecánico y dinámico también hay cambios, de los cuales te vamos a desvelar en esta prueba. Concretamente nos hemos puesto al volante de un Mercedes ML 350 BlueTec, es decir, con motor diesel V6 de 258 CV y tracción total 4Matic.

Motor y prestaciones

Con la llegada de la tercera generación a nivel mecánico, la firma de la estrella sorprendía con la incorporación de un motor de cuatro cilindros a la gama del Mercedes Clase M (y a la del Clase S). El motor en cuestión es el polivalente y prestacional 250 CDI de 204 CV (derivado del archiconocido 2,2 litros diesel del fabricante germano).

Nosotros en la prueba nos hemos ido a la variante V6, al motor diesel más potente dentro de la gama del Clase M, ahora denominado 350 BlueTec y capaz de entregar 258 CV de potencia con unas cifras de par motor que asustan, puesto que ofrece 620 Nm desde sólo 1.600 r.p.m.

Asociada a este motor diesel de tres litros y seis cilindros, va una caja de cambios automática de siete relaciones, puesta a punto, con un funcionamiento mejorado que retiene mejor al coche en bajadas prolongadas y es más suave (con referencia a la anterior generación del ML).

Desaparece por tanto la denominación CDI en favor de BlueTec que nos muestra una nueva generación de motores más eficientes y ahorradores. Aunque hay cosas que no han cambiado, como la suavidad de marcha propia de un propulsor V6 que sigue patente en esta nueva generación.

La potencia con respecto a la anterior generación (prueba Mercedes ML 350 CDI 231 CV 2011) ha aumentado hasta los 258 CV (frente a los 231 CV anteriores) con una respuesta muy elástica desde poco más de 1.600 vueltas hasta las 4.000 revoluciones. Sus grandes bazas son la entrega de potencia en un amplio abanico del cuentavueltas y una capacidad de aceleración, que pese a sus dimensiones, consigue pegarte al asiento.

Comportamiento

Lo más destacable de este apartado es el confort interior, el Mercedes ML está muy bien insonorizado, transmite a los ocupantes un elevado nivel de confort, sea cual sea, el estado de la carretera por donde transitemos.

La anterior generación tenía alguna que otra limitación en cuanto a nivel dinámico, sus medidas le hacían ser algo más patoso en carreteras sinuosas. Pero en el nuevo Mercedes ML esto ha cambiado, gracias a un elemento opcional que recomendamos encarecidamente: Active Curve System –2.815 euros–.

Consiste en un sistema de barras estabilizadoras activas que reducen los balanceos y las derivas propias de una carrocería como esta con un peso que supera las dos toneladas, y aumenta la estabilidad a altas velocidades. Gracias a estas estabilizadoras, el comportamiento en carreteras de curvas es sencillamente sublime, pisándole los talones a un rival experto en este tipo de configuraciones (BMW X5).

Nuestra unidad disponía de la suspensión neumática, que permitía rebajar la altura de la suspensión al conectar el modo Sport. Cuando seleccionamos este modo, nuestro ML nos hace disfrutar de la conducción incluso en una carretera llena de curvas, con una respuesta del acelerador más rápida y la dirección con un tacto más firme, siendo mucho más dinámico que la anterior generación.

El nivel dinámico de este Mercedes lo pusimos en practica en una carretera de montaña donde probamos coches de la talla del Audi TT RS, además teníamos el asfalto mojado por una tormenta que estaba cayendo y el resultado nos sorprendió gratamente. En ningún momento nos pareció un coche que fuera difícil de controlar, sino todo lo contrario, respondía a las órdenes de la dirección con total disciplina.

Para frenarlo, no había problemas, puesto que dentro del equipamiento opcional tenía el Pack AMG, con frenos AMG que cumplen perfectamente su cometido en cualquier situación.

Comportamiento Off-road

Si queremos que nuestro Mercedes ML sea más off-road, tenemos que disponer del PACK Off-road (opcional por 2.109 euros más la suspensión neumática que suma otros 1.887 euros). Aún así es muy recomendable si vamos a hacer uso fuera del asfalto del coche, puesto que añade la suspensión regulable en altura, paquete técnico con varios modos para diferentes tipos de terreno y aumenta en general la capacidad off-road del ML.

En nuestra unidad había un elemento discordante, los neumáticos, que eran de carretera y con perfil 50 al estar equipado con el PACK AMG. Pero aún así, disponiendo de neumáticos normales, lo pusimos a prueba en cuanto a ángulos y tracción, con una respuesta muy buena (algo que pocos SUV de lujo pueden decir).

Nieve o arena, fueron dos tipos de terrenos donde probamos al Mercedes ML, defendiéndose siempre de manera correcta y gracias a la suspensión neumática regulable en altura, el coche era capaz de pasar por encima de terrenos abruptos y poco accesibles.

Consumo

Las cifras de consumo se mantienen muy similares a las que obtuvimos en la prueba de la anterior generación, pero siendo ahora un coche más potente y con más par motor. En carretera es relativamente fácil rondar los 9 litros a los 100 km.

En autovía el consumo medio durante los 1200 km típicos, fue de 8,3 litros a los 100 km. Mientras que en ciudad, tras varias pruebas con un recorrido total de 150 km, el consumo obtenido rondó los 12 litros a los 100 km (si bien, Vigo es una ciudad con mucha cuesta, algo que influye mucho en ese consumo).

En la segunda parte de la prueba analizaremos todo lo relacionado con el diseño exterior (completamente renovado) y del interior, sin olvidarnos de la habitabilidad o del maletero.

Fotos | R.R. y Diego G. Moreira