Mercedes Benz GLC F-Cell: la electricidad y el hidrógeno no son incompatibles

Mercedes ha presentado un modelo preserie (un prototipo definitivo que podría salir al mercado en cualquier momento) en el Salón del Automóvil de Frankfurt que inaugura una nueva forma de propulsión en la industria. Lo que no esperábamos es que el GLC F-Cell fuera un modelo con tres tipos de motores diferentes: eléctrico, pila de hidrógeno y de combustión.

El GLC F-Cell es un modelo híbrido que combina un motor eléctrico enchufable tradicional con una pila de combustible de hidrógeno. Se trata del primer vehículo híbrido enchufable de hidrógeno presentado por un fabricante y anticipa lo que podría ser una nueva forma de movilidad ecológica y sin agobios de autonomía.

El Mercedes Benz GLC F-Cell es un coche «doblemente eléctrico» (tríbrido podríamos decir) que incorpora un propulsor eléctrico enchufable de 147 KW (200 CV) y 350 Nm de par motor, una batería de ion-litio con 13,8 kWh de capacidad, una pequeña batería de pila de hidrógeno (suministra un 40% de energía al conjunto mecánico) y un depósito de hidrógeno de 4,4 litros de capacidad.

La batería de ion-litio de este modelo ofrece hasta 50 kilómetros de autonomía, mientras que el vehículo es capaz de recorrer un total de 486 kilómetros (según el ciclo NEDC) con todas sus fuentes de energías cargadas al máximo.

La pila de combustible del GLC F-Cell no es del todo nueva, ya que es una versión mejorada de la que incorpora el Clase B F-Cell, un compacto de hidrógeno que lleva siete años en el mercado. La nueva pila de hidrógeno de Mercedes garantiza un 40% más de energía en un paquete con un tamaño reducido en un 30%. El tamaño compacto de este elemento permite que sea colocado bajo el capó, lo que contribuye a liberar algo de espacio en el interior de la cabina e incluso rebajar el centro de gravedad del coche.