Mercedes CLS 350 CDI, prueba (Diseño exterior, interior y acabados)

Diego G. Moreira     20 febrero 2012     5 min.
Mercedes CLS 350 CDI, prueba (Diseño exterior, interior y acabados)

Segunda parte de la prueba del Mercedes CLS con motor diesel 350 CDI de 265 CV, en esta parte analizamos el diseño del coche. También vemos el interior, espacio y calidad de materiales, así como el maletero.

En la primera parte de la prueba hemos visto el motor y comportamiento del Mercedes CLS, modelo que probamos con el motor diesel 350 CDI de 265 CV, asociado a una caja de cambios automática de siete relaciones.

Tan impresionante es el motor como su línea, con el cambio del lenguaje de diseño de Mercedes, uno de los modelos que primero ha recibido los cambios ha sido el CLS, que en su nueva generación se presenta mucho más deportivo y agresivo, sobretodo en el frontal.

Mientras duró la prueba era un coche que conseguía centrar las miradas de los transeúntes, de gente de lo más variopinta y de rango de edades muy diverso. Algo que nos hizo reflexionar, puesto que el anterior CLS era mucho más conservador en diseño, y el actual ya no va tan dirigido hacia ese conservadurismo, que antaño, era típico en Mercedes.

El primer CLS llega en 2004, Mercedes se adelanta e irrumpe en un segmento hasta ahora desconocido para las Premium: coupe de cuatro puertas. Pese a encuadrarse en un segmento de lujo y con precios elevados, el primer CLS tuvo muy buena acogida en el mercado con más de 170.000 unidades vendidas.


Diseño exterior

En 2011 llegaba la segunda generación, ahora si, con competencia como el Audi A7 que llegaba para intentar pelear por su parte de pastel en este nicho de mercado. Con la nueva generación llegaron los cambios, un diseño exterior mucho más deportivo y radical, actualización de motores y tecnología.

El diseño exterior sigue con las principales patrones del modelo anterior, berlina deportiva con cuatro plazas, ventanillas sin marco para acentuar su estilo coupé y unas dimensiones más que considerables con 4,94 metros de largo, pero todo ello con un aspecto radicalmente diferente.

El frontal es lo que más cambia, ahora estrena diseño y luces. Una gran parrilla central con la estrella de Mercedes le aporta al CLS presencia, mientras a ambos lados tenemos los faros, que son todo un alarde técnico, al usar tecnología LED para todas las funciones de iluminación. Lo más curioso es el número de LED empleados, nada más y nada menos que 71 LED por faro.

Las luces diurnas se sitúan en el lugar que ocupaban los antinieblas, algo que es habitual en los nuevos diseños de la firma de Stuttgart. Mientras que la línea lateral apenas tiene cambios y sigue contando con un diseño marcado y carácter deportivo.

La zaga se ve modificada en menor grado que el frontal, pero estrena grupos ópticos nuevos con tecnología LED y destacan las dos salidas de escape rectangulares que completan de nuevo ese aire deportivo.

Finalmente tenemos las llantas, de serie nos ofrecen dos modelos de 17 pulgadas sin recargo. Mientras que las restantes medidas de 18 pulgadas y hasta las de 19 pulgadas AMG pueden llegar a costarnos cerca de 3.400 euros.

Diseño interior, habitabilidad y acabados

El interior cuenta con una calidad de terminación muy elevada, como muestra, es complicado encontrar alguna parte que no esté forrada de cuero o madera. Y si nos ponemos a buscar algún plástico duro que esté en algún lugar visible o a mano, es una ardua tarea porque apenas los hay.

Se ha cambiado el diseño del salpicadero y ahora tenemos un panel que lo recorre completamente que puede ser de madera, aluminio u otro material. Panel que se encuentra flanqueado por dos partes forradas en cuero. También se ha renovado el volante, ahora mucho más actual y vanguardista.

No nos podemos olvidar del reloj analógico presidiendo la consola central y aportando un toque elegante. El nuevo sistema de navegación y climatizador completan la consola central, mientras que varios huecos y el control de la suspensión y sistema multimedia completan el tren central.

La palanca de cambios no está en el tren central, sino como si de un modelo americano se tratase, detrás del volante siendo muy rápida en su accionamiento y práctica (las levas la completan).

La postura de conducción es cómoda, siendo más bien baja. Las plazas delanteras son amplias y los asientos recogen perfectamente el cuerpo, destaca el cuero microperforado. Si medimos más de 1,80 metros igual ya no nos encontramos tan cómodos en ellas, puesto que el diseño condiciona mucho el espacio para la cabeza.

Las plazas traseras son dos butacas con una serie de guanteras y lugares donde dejar nuestras cosas que separan ambos asientos. La comodidad está asegurada y el espacio para los pies está a la altura de un Clase E, el problema de nuevo es el espacio para la cabeza condicionado por un diseño descendente del techo, si somos altos no nos encontraremos del todo cómodos.

Huecos y maletero

Dispone de una guantera central grande al mismo tiempo que tiene varios huecos en el tren central donde poder guardar cosas. Las plazas traseras parecen más propias de un monovolumen que de una berlina, puesto que dispone de muchos huecos y compartimentos, algunos de ellos albergan la toma de 12v o un cenicero.

Mientras que el maletero es de formas regulares y tiene una capacidad de 520 litros. Es bastante aprovechable por la altura de la boca de carga, su acceso y las formas regulares. Opcionalmente podemos equipar un cofre, extensible y que se recoge automáticamente, muy práctico para guardar pequeños objetos y para evitar que vayan sueltos por el maletero.

En la tercera parte de la prueba nos centraremos en el equipamiento, destacando el de seguridad presente de serie, así como hablando de aquellos elementos del equipamiento específicos de nuestra unidad. Y finalmente todos los precios del CLS y nuestra valoración general del modelo.

Fotos | David Taboada/ Diego G. Moreira

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