Mercedes Clase E: el coche ejecutivo que nació en 1926

El nombre ‘Clase E‘ apareció en el mercado en el año 1993, pero el coche que llevó por primera vez esta denominación no era nuevo. Se trataba de la evolución de un modelo que nació en el año 1926. Una constante evolución que llevó a este coche a convertirse en una referencia de lo que debe ser una berlina ejecutiva. Veamos la historia de este modelo y cómo ha ido evolucionado desde su origen en la década de los años 20 del pasado siglo.

Décadas de 1920 y 1930

En 1926 Mercedes-Benz lanzó el type 8/38 PS (W02), que dos años después fue renombrada como Stuttgart 200. Este modelo incluía las variantes 200 (W21), 230 (W143) y 260 D (W138), que vieron la luz los años 1933 el primero y los otros dos en 1936. Este fue el primer coche de pasajeros que utilizó un motor diésel.

De 1944 a 1956

En los siguientes 15 años vieron la luz más variantes de este modelo, que fue incrementando su tecnología y tras la II Guerra Mundial se reanudó la producción con el 170 V. Este se produjo realmente en 1936, pero la llegada de la guerra provocó que no se pudiera producir. Tras el conflicto, se actualizó con las últimas novedades en automoción para hacerlo más atractivo y comenzar su comercialización.

La berlina que surgió de este modelo fue el primer modelo de posguerra de la marca y utilizó un motor de 36 CV, que se incrementó hasta los 44 CV en 1950.

Los avances en la tecnología ayudó a mejorar la serie. En 1949 se dio salida al diésel 170 D, con 38 CV, que evolucionaron hasta los 40 CV en 1950. El 170 S Berlina, con carrocería de acero y motor de 52 CV, también vio la luz en forma de Cabriolet A y Cabriolet B, se convirtió en el modelo tope de gama. También aparecieron el 220 de seis cilindros y el 300, que sustituyeron al anterior. El diésel 170 DS de 40 CV se lanzó en 1952 y en el año siguiente le siguieron los 170 S-V y 170 S-D, que se mantuvieron en producción hasta 1955.

1952 a 1966

En 1952 se confirmó una nueva versión de este modelo, que utilizaba un motor de 1.9 litros que generaba 52 CV, aunque en pocos años se incrementó la potencia a 65 y 68 CV. Su imagen cambió y se convirtió en una berlina de tres cuerpos con un portón prominente en la parte trasera.

Le siguió la versión 180 D, con un motor de 40 CV que pasó a ofrecer 43 CV y 48 CV. En 1956 salió la versión 190 con 75 CV y tres años después se actualizó a 80 CV, mientras que el 190 D de 50 CV llegó en 1959. En esos momentos, 443.000 compradores optaron por estas versiones actualizadas por sus prestaciones, motores y los primeros elementos de seguridad pasiva, que llegaron a partir de 1960.

1961 a 1968

En 1961 debutó la generación W110 y estrenó apodo. Este se llamó ‘Tail Fin‘, debido al diseño de las aletas traseras. Las medidas de seguridad pasiva mejoraron muchísimo, con zonas de deformación en ambos lados, para mejorar la seguridad de los pasajeros en caso de accidente. Se incorporaron frenos con discos en el eje delantero en 1963 y en 1967 estrenó una dirección telescópica que absorbía los impactos.

En esta época podemos ver las variantes 190 y 190 D, además de los 200 y 200 D en 1965 y el 230 con motor de 105 CV, que llegó hasta los 120 CV en 1966. Llegaron la dirección asistida, el techo corredizo, la ventana trasera con calefacción, el aire acondicionado y elevalunas eléctrico.

1968 a 1976

En 1968 se lanzó el que se conoció como ‘Stroke/8‘, que utilizaba una carrocería de limusina larga, con siete u ocho asientos. Se utilizaron las denominaciones W114 para los motores de seis cilindros y W115 para propulsores de tres y cuatro cilindros. La tecnología mejora y se aplican las innovaciones más avanzadas del momento. Es el primer coche de Mercedes que supera el millón de ventas y que planta la semilla de los modelos posteriores, siempre mejorando sus características.

De 1976 a 1986

En esta época se establecen las bases de lo que será el futuro Clase E y este modelo se desmarca de sus competidores con novedades tecnológicas y que proponen un mayor confort a sus ocupantes. La serie 123 fue un hito en la marca, ya que consiguió comercializar 2,5 millones de unidades y planteó un nuevo estilo de carrocería y una imagen que ha ido evolucionando con los años, pero que es reconocible.

Más seguridad, que incluía el air-bag para el conductor, pruebas con otro tipo de combustibles, como el GLP y la electricidad, marca la etapa moderna del modelo, que ofrecía motores que iban de los 55 a los 150 CV.

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De 1986 a 1997

Esta etapa supuso la llegada definitiva de la Clase E. La serie 124 fue bautizada como Serie E para diferenciarla de la Clase C, más pequeña, y la Clase S, más grande, potente y confortable. Se ofreció en cuatro modelos de carrocería: sedán, familiar, coupé y descapotable.

En cuanto a los motores, el 500E utilizaba bloques de 72 a 326 CV, aunque con la llegada del E 60 AMG se ofreció un Mercedes Clase E con 381 CV. Se introdujo la transmisión en las cuatro ruedas 4Matic y la suspensión trasera independiente multibrazo. Al final de su vida comercial, se había fabricado una cantidad de 2.737.000 unidades, de las que 2.213.000 fueron berlinas, aproximadamente 340.000 tenían carrocería familiar, 140.000 fueron versión coupé y 34.000 cabriolets.

1997-2020

El Mercedes Clase E no ha dejado de mejorar en cada generación, tanto a nivel estético como a nivel tecnológico. A partir de 1995, con su segunda generación oficial, el modelo comenzó a utilizar los dobles faros delanteros, que han marcado la imagen del modelo. Esto ha ido paralelo a mejoras a nivel de seguridad y confort para los pasajeros. Poco a poco, hemos ido conociendo nuevas versiones del Mercedes Clase E que nos lleva a la versión actual.

Presentada en 2016, la quinta generación del Mercedes Clase E está preparado para las exigencias actuales, con conectividad car-to-car, un nuevo sistema de infoentretenimiento y mejoras en la seguridad. A principios de este año ha tenido un lavado de cara y se ha actualizado, aunque todavía le queda camino que recorrer hasta que llegue la siguiente generación.