Los Mercedes-Benz Clase A EQ Power ya están en España para combatir la contaminación

Mercedes-Benz ya anunció hace tiempo sus claras intenciones de apostar por una movilidad más comprometida con el cuidado del medioambiente. De esta necesidad nacieron modelos como los EQC o EQV, primeros integrantes de la firma de la estrella 100% eléctricos. No obstante y teniendo en cuenta los diferentes perfiles de clientes que existen, los ingenieros de Mercedes rápidamente desarrollaron a partir del denominado EQ Power una gama de vehículos híbridos enchufables, la cual se encuentra ahora también conformada por el Clase A y sus respectivas variantes que, a su vez, ya están disponibles en el mercado español.

Y es que la firma alemana ha querido aprovechar la última entrega de su compacto por excelencia para avivar el mercado con una versión que generalmente está reservada para vehículos de mayor talante. Sin embargo, Mercedes ha querido tomar la delantera con los A 250e y A250e Sedán, motorizaciones que no sería descabellado ver reflejadas también en los GLA y CLA.

Además de introducir la «e» al final del apellido, ninguna de estas variantes presenta demasiados cambios estéticos. La única diferente que podremos apreciar respecto a un Clase A tradicional es la segunda toma que porta para poder abastecer a la batería de 15,6 kWh que se esconde en sus entrañas y que se encarga de dar energía a un motor eléctrico.

Pero, sin lugar a dudas, el apartado más llamativo del nuevo Clase A híbrido enchufable es el mecánico, donde dos propulsores trabajan conjuntamente para reducir las emisiones y aumentar las prestaciones. Por un lado nos encontramos con un motor de combustión, un cuatro cilindros de 1.3 litros sobrealimentado por turbo capaz de producir 160 CV de potencia y 250 Nm de par; por el otro, un motor eléctrico de 75 kW se instaura para aumentar las cifras hasta los 218 CV y 450 Nm de par.

Gracias a este maridaje, el Clase A 250e puede alcanzar los 100 km/h en 6,6 segundos -6,7 el Sedán- y una velocidad máxima de 235 km/h -240 en el caso del Sedán-. Sin embargo, los ingenieros de Mercedes-Benz no solo pretendían ofrecer un mejor rendimiento con estas variantes, sino también permitir a sus clientes ahorrar unos cuantos euros al no tener que depender siempre de la gasolina y disfrutar de la etiqueta Cero.

Esto es posible gracias al modo eléctrico que ofrece el compacto alemán, mediante el cual podremos recorrer entre 75 y 79 kilómetros después de haber afrontado una carga de 1 hora y 45 minutos si hacemos uso de corriente alterna (AC) o 25 minutos si recurrimos a la corriente continua (DC). No obstante, para poder gozar de estas ventajas será necesario afrontar un desembolso de 39.950 euros por el Clase A 250e, cifra que aumenta hasta los 40.150 euros si nos decantamos por la carrocería Sedán.