Mercedes-Benz introduce coches auto-controlados en sus pruebas de seguridad
La protección de los ocupantes y de los peatones es una preocupación común a prácticamente todos los fabricantes de automóviles. Entre ellos, Mercedes-Benz siempre ha destacado por innovar con sistemas como el control de estabilidad o los medidores de fatiga del conductor que luego han ido apareciendo en la competencia. En la actualidad, la marca […]
La protección de los ocupantes y de los peatones es una preocupación común a prácticamente todos los fabricantes de automóviles. Entre ellos, Mercedes-Benz siempre ha destacado por innovar con sistemas como el control de estabilidad o los medidores de fatiga del conductor que luego han ido apareciendo en la competencia. En la actualidad, la marca de Stuttgart ha vuelto a adelantarse un paso gracias a unas mejoras que ha introducido en las pruebas reales de los sistemas de seguridad.
Muchas de las situaciones extremas que se reproducen en esos tests son muy complicadas de realizar o repetir con total exactitud por personas humanas, por lo que ha equipado a los coches que participan en ellas unos mecanismos que manejan el acelerador, el freno y el volante. Éstos están controlados tanto por ordenadores internos del vehículo como por los que hay en el centro de control del circuito de pruebas.
Los ingenieros que se encuentran en ese centro pueden parar los coches en cualquier momento para repetir las situaciones, aunque los propios vehículos calculan por sí mismos las condiciones de conducción y son capaces de detenerse si detectan algo fuera de lo normal. Los ordenadores que manejan los coches tienen programados el trazado del circuito y los distintos parámetros necesarios para representar un evento extremo concreto.
Además de ofrecer una precisión en las repeticiones de las pruebas que no sería posible con probadores humanos, los coches auto-controlados pueden realizar numerosas veces situaciones que hubieran supuesto una gran carga física para los conductores. Por ejemplo, existen unos tests que verifican si se activan los airbags al llegar a una velocidad muy alta a una rampa o se da contra un bordillo.
Asimismo, hay otras pruebas como accidentes en intersecciones a gran velocidad o frenar a fondo cuando otro coche gira de forma brusca y aparece en el mismo carril que unos probadores humanos no conseguirían repetir dentro de los mismos valores en todas las ocasiones, pero sí podría esta tecnología. La mejorada fiabilidad de los datos que proporcionará a los ingenieros de Mercedes-Benz servirá para dotar a los productos de serie de unos sistemas de seguridad activa y pasiva más avanzados.
Fuente | Daimler
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