El Mercedes-Benz Clase G eléctrico equipará baterías de última generación

El nuevo Mercedes-Benz Clase G eléctrico equipará baterías de última generación. La tecnología química del ánodo de silicio tiene un aumento de la densidad de energía del 20 al 40 % en comparación con las baterías contemporáneas. Al igual que el Clase G de gasolina, el EQG totalmente eléctrico se convertirá en uno de los SUV más deseados de la carretera cuando salga a la venta en 2024.

Además del lujo y una imagen fuerte, el todoterreno a batería será un tour de force tecnológico gracias a Sila, una empresa innovadora de materiales para baterías. Junto con Sila, el fabricante de automóviles alemán planea llevar la tecnología química del ánodo de silicio al EQG. Inteligentemente, el material de vanguardia puede aumentar la densidad de energía de las baterías sin poner en peligro el rendimiento o la seguridad.

La creación de Sila cuenta con un aumento de densidad de energía del 20-40% en comparación con la tecnología contemporánea. Esto permitirá a Mercedes-Benz aumentar significativamente la autonomía de conducción de los futuros vehículos eléctricos.

Así serán las nuevas baterías del Mercedes-Benz EQG

De acuerdo con el tema de la sostenibilidad, los materiales avanzados de ánodo de silicio se producirán utilizando energía renovable en la planta de la empresa en Washington. Es posible que el EQG reciba esta tecnología a mediados de la década. Se implementará en una versión con extensor de autonomía, como una nueva opción de batería.

Esto convierte a Mercedes-Benz en la primera empresa en anunciar públicamente una asociación con Sila; la empresa alemana invirtió en la empresa de tecnología desde 2019. Esto, dice Mercedes-Benz, es parte de las aspiraciones de la empresa de liderar el segmento de vehículos eléctricos. «Nuestra asociación con Sila es otro paso esencial en nuestro camino hacia [construir] los automóviles eléctricos de lujo más deseables», ha apuntado Markus Schafer, director de tecnología.

El CEO de Mercedes, Ola Kallenius, ha asegurado que la compañía no puede satisfacer la demanda de sus vehículos que funcionan con baterías. La incapacidad para satisfacer las necesidades de los consumidores también se deriva de los diversos problemas que afectan a la industria del automóvil: los problemas de la cadena de suministro y la escasez de chips han causado estragos en el sector.