AMG GT Mercedes Coupés Deportivos
Mercedes-AMG GT 43 Coupé, la versión de acceso se olvida del V8 para adoptar un cuatro cilindros en línea
Mercedes-AMG amplia la familia GT con el nuevo GT 43 Coupé, una versión de acceso que oculta bajo su capó un bloque de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros
Mercedes-AMG tiene nuevo integrante en su catálogo con la llegada del nuevo GT 43 Coupé, la versión de acceso a este bellísimo deportivo alemán y que según la marca se encuentra dirigido para puristas debido a su elegancia y placer en la conducción. Nadie duda de estas características en un Mercedes pero de ahí a que esté dirigido a puristas… pero conozcámoslo primero y veamos porque no estoy de acuerdo.
Estéticamente nadie puede dudar que se trata de un Mercedes-AMG pata negra a pesar de tratarse de la versión de acceso con los rasgos característicos de la carrocería AMG GT: larga distancia entre ejes, voladizos cortos, largo capó, habitáculo atrasado y un parabrisas en una posición muy inclinada y la corta y redondeada zaga en la que se cuenta con un gran portón con la función Easy Pack, la cual permite tanto abrirlo como cerrarlo sin utilizar las manos gracias a su apertura eléctrica.
Respecto a su diseño, diferirá del resto de la familia AMG en varios detalles. En el frontal de GT 43 Coupé nos llamará la atención su parachoques de nueva factura en el que cobran gran importancia las enormes entradas de aire laterales que se encuentran unidades por la parte inferior. Desde aquí podremos ver como los pasos de rueda son más estrechos que, junto al reducido ancho de vía, contribuye a aumentar su elegancia en detrimento de la deportividad; unos pasos de rueda que por cierto alojan unas llantas de aleación que de serán de 19 pulgadas. En la zaga el parachoques también es nuevo, albergando un difusor en el que se incluyen unas salidas de escape dobles que pasan a ser redondas en vez de trapezoidales y que en mi opinión son un acierto.
Esta imagen, que es la que ofrece el Mercedes-AMG GT 43 Coupé de serie, podrá ser personalizada gracias a los paquetes opcionales que la marca nos propone y que enfatizarán su carácter. Tendremos disponibles los paquetes cromado exterior AMG (que añade detalles en cromo de alto brillo para el parachoques delantero, aletas delanteras y umbrales), el paquete AMG Night (con elementos en negro de alto brillo en el splitter delantero, molduras o las carcasas de los retrovisores) y el paquete Nocturno AMG II (con elementos adicionales en cromo negro en la parrilla delantera, la nomenclatura y la estrella de Mercedes).
El interior del Mercedes-AMG GT 43 Coupé no pareciera el de uno de los deportivos radicales de la marca sino el de un coupé elegante y centrado en el lujo. Destaca el cuadro de instrumentos digital totalmente personalizable integrado en una cubierta tridimensional, a la que se suma en la consola central el sistema de infoentretenimiento MBUX con una pantalla táctil multimedia de 11,9 pulgadas. Además cuenta de serie con asientos deportivos AMG en cuero Nappa, que opcionalmente se pueden sustituir por los asientos AMG Performance, junto con las molduras en negro brillante que se pueden sustituir por aluminio, carbono o negro cromado.
Por fin llegamos a la parte donde «cojea» el GT 43 Coupé y que en mi opinión la marca lo encasilla de manera incorrecta como un vehículo para puristas, y es que si algo caracterizaba a la familia del AMG GT era su espectacular V8 que para el GT 43 Coupé se sustituye por cuatro cilindros en línea de 2.000 CC. Aun así contaremos con unos respetables 422 CV de potencia que pueden aumentar en 14 CV gracias al alternador-arrancador accionado por correa y 500 Nm de par motor, el cual se envía al eje trasero a través de la caja de cambios AMG Speedshift MCT de nueve velocidades (dámelo manual y quizás te compro lo de «para puristas») y que le permite acelerar hasta los 100 km/h en solo 4,6 segundos.
Además contaremos con tecnología que poco tiene que ver con un coche dirigido a los más apasionados, como el concepto de turbocompresor eléctrico basado en la misma tecnología que usa el equipo Mercedes-AMG Petronas en la Fórmula 1, por el que se instala un diminuto motor eléctrico en el propio turbo que mejora significativamente el comportamiento de respuesta desde el ralentí y a cualquier rango de revoluciones. También hace uso de la aerodinámica activa, seis programas de conducción para adaptar su comportamiento a las necesidades de conducción y un tren de rodaje AMG con amortiguadores de aluminio de altas prestaciones y muelles helicoidales ligeros. No nos podemos olvidar de la potente frenada a cargo de unos discos ventilados y perforados de 390 mm en el eje delantero con pinzas de seis pistones y, para el eje trasero, discos de 360 mm con pinzas de un pistón.
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