El Mercedes AMG G63 se viste con una armadura gracias a Inkas y este es el resultado

Ya hemos comentado en otras ocasiones que los vehículos blindados parecen estar de moda. Hay países en los que la gente con dinero no viaja segura por la calle y tiene que ir protegidos mientras conducen. Así que no faltan los talleres y empresas que trabajan para acercar a estos especiales usuarios los modelos más seguros, pero, claro, sin renunciar al lujo y la comodidad más exclusiva. Y si hablamos de lujo y comodidad, no podían faltar los modelos basados en Mercedes.

El último que hemos visto de este tipo es el Mercedes AMG G63 que ha sido modificado por la empresa canadiense Inkas, especializada en este tipo de coches. Desde luego, no es el primero y la misma empresa ha presentado anteriormente otra variante de este coche. Pero en este caso, ha mejorado el blindaje para ofrecer una mejor resistencia a los disparos de fusiles de asalto de 7.62 mm.


El Inkas AMG G63 presenta un nivel de protección CEN 1063 BR7 y tiene una carrocería algo más alargada, alcanzando los 6.186 mm de longitud, mientras que la anchura es de 2.055 mm y una altura de 1.951 mm. La parte trasera que se ha fabricado para cobijar a los pasajeros tiene todo el lujo que podemos imaginar en un vehículo de esta talla, pero eso sí, pese a su tamaño solo permite dos pasajeros.

La mitad de la tapicería está compuesta por piel Alcántara, mientras que la otra mitad ha sido fabricada con cuero de alta calidad. Los diseñadores del interior han desarrollado un tipo de cosido del cuero que permite que este luzca mejor y que tenga una mayor resistencia al paso del tiempo y el uso. Y en cuanto a tecnología, el Inkas AMG G63 cuenta con un buen arsenal para que los pasajeros vayan bien entretenidos.

Una televisión 4K con conectividad con Apple TV, controles activados por voz gracias a SIRI, una barra con nevera y asientos de lujo reclinables y masaje. Además, la iluminación interior permite imitar la luz del sol, para evitar la fatiga. Una cantidad de lujo que va acompañada de sistemas de seguridad como la monitorización del entorno del coche y que tiene un precio.

Para hacerse con uno de estos vehículos blindados solo hay que tener disponibles 1,2 millones de dólares. Pero claro, que si es la vida de uno la que está en riesgo, ¿quién va a mirar el dinero para comprar un coche?