Mercedes-AMG podría recurrir en un futuro a motores de cuatro cilindros híbridos
Mercedes-AMG sigue queriendo apostar por medidas más comprometidas con el medioambiente, lo que podría dar lugar al desarrollo de un cuatro cilindros híbrido.
Mercedes-AMG podría provocar que los amantes del mundo del motor se vistan de luto por una decisión que afectaría a los V8 que dan vida a casi toda la gama de modelos. Y es que el downsizing no deja títere sin cabeza, algo que beneficia tanto al cuidado de nuestro planeta como del medioambiente pero que machaca, drásticamente, a los deportivos de pura cepa. La casa de la estrella se podría encontrar a punto de renunciar a los actuales motores V8 en pro de unos de menor cilindrada pero capaces de emitir menos emisiones de CO2 y rendir unas prestaciones similares.
De momento, Mercedes-AMG ya ha demostrado de lo que son capaces sus propulsores más comedidos, siendo los A 35 y 45 AMG claro ejemplo de ellos. Estas dos variantes recurren a motores de cuatro cilindros para producir 300 y 421 CV respectivamente, siendo esta última cifra la que le ha otorgado el título de motor de cuatro cilindros más potente del mundo.
Con esta premisa, podemos esperar que los ingenieros de la marca alemana se encuentren invirtiendo gran parte de su trabajo en el desarrollo de un motor de mismo número de cilindros pero capaces de afrontar una mayor potencia. Esto se debe a que modelos de mayor talante que el Clase A recurrirían a este tipo de mecánica y, por ende, requieren de un caballaje más exuberante.
El Mercedes-AMG C 63 podría ser el primero de todos en sucumbir a este trascendente cambio, el cual provocaría que su motor V8 cayese en el olvido. En la actualidad, el C 63 recurre a un propulsor de ocho cilindros en «v» de 4.0 litros sobrealimentado por dos turbos capaz de rendir 510 CV de potencia, una cifra que deberá ser superada por su futuro sucesor.
Para ello, el cuatro cilindros que ocupará el lugar del colosal V8 podría hacer uso de una tecnología que ya está presente en algunos modelos de AMG: la hibridación ligera o mild-hybrid. Gracias a esta, no solo se reducen los consumos y las emisiones de CO2, sino que también se aumenta la potencia, algo que podría acentuarse si se hace uso de un sistema híbrido al uso.
De ser así, la próxima remesa de modelos AMG podría verse protagonizada por un motor turbo de cuatro cilindros acompañado de un propulsor eléctrico que requeriría de una carga externa para poder subsistir. Con esta premisa, podríamos estar hablando de un futuro Mercedes-AMG C 63 capaz de producir una potencia cercana a los 600 CV de la mano de un motor mucho más modesto pero más comprometido con el cuidado del medioambiente.
Deja un comentario