El Mazda RX-8 vuelve a rodar por Nürburgring como mula de pruebas, ¿qué está preparando la firma nipona?
Un Mazda RX-8 vestido con camuflaje ha sido avistado rodando por Nürburgring, lo que podría interpretarse como el presagio de la vuelta de los motores rotativos
Últimamente Nürburgring está siendo visitado por modelos que ya dejaron las líneas de producción y que provocan no solo que nos emocionemos por su posible regreso, sino que también estemos alerta. En esta ocasión ha sido Mazda la encargada de provocar que se nos erice el bello al permitirnos ver rodar sobre el asfalto del circuito alemán a uno de sus modelos más carismáticos y emblemáticos: el RX-8. Dicho apellido se encargó de dar vida al último vehículo de la casa nipona en incorporar un motor rotativo, pero todo parece apuntar a que este tipo de mecánica volverá a posarse en las entrañas de otro Mazda.
Sin lugar a dudas la idea de volver a ver en las filas de producción a una reinterpretación del RX-8 es sumamente emocionante, y las mulas de prueba de este modelo nos llevan a considerarlo posible. Sin embargo, únicamente el frontal del deportivo japonés ha sido camuflado, algo que pueda deberse a que tan solo se está empleando a este vehículo como base para poner a prueba a esta nueva remesa de motores rotativos que se avecina.
Mazda ya anunció hace un tiempo sus intenciones de volver a dar cabida a este tipo de motores dentro de su futura familia eléctrica. Pero está claro que el RX-8 que circula a toda velocidad por el trazado de Nürburgring está haciendo uso de un motor de combustión, motivo por el que consideramos que la firma japonesa tiene planeado lanzar al mercado otro deportivo con este esquema y que se vea ayudado por algún tipo de hibridación.
En los últimos dos años, hemos sido también testigos de cómo Mazda presentaba diversos prototipos realmente atractivos, y los cuales se han usado para dar vida a modelos como el nuevo Mazda 3. Sin embargo, otros concept cars como el RX Vision siguen a la espera de obtener su variante de producción, y el nuevo motor rotativo podría ser la excusa perfecta para darle forma.
De momento la marca no ha hecho ninguna declaración al respecto, pero será cuestión de tiempo que este misterioso RX-8 desvele sus secretos. Unos secretos que podrían arrojar luz sobre un corazón rotativo apoyado por un pequeño motor eléctrico como ocurre en el nuevo Mazda 3 y en el recién llegado CX-30, y que no solo ofrecería más potencia, sino también la posibilidad de contar con la etiqueta ECO, un distintivo muy poco frecuentado entre los deportivos.
Un Mazda apoyado de nuevo por un motor rotativo es un acontecimiento maravilloso y que provocaría el resurgir de una mecánica prácticamente erradicada. Esperamos que muy pronto la casa japonesa nos permita vislumbrar más acerca de este supuesto proyecto, el cual podría poner en serios apuros a las firmas europeas que trabajan en el sector de los deportivos.
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