Este pequeño Mazda MX-5 NA le busca las cosquillas a un Porsche 911 GT3 RS en Nürburgring gracias al V6 que habita en su interior
Son muchos los Mazda MX-5 NA que han sufrido modificaciones, pero hoy nos encontramos con una unidad equipada con un V6 que quiere cazar a un Porsche 911 GT3 RS
A lo largo de los años, hemos sido participes de como el segmento de los deportivos adoptaba una filosofía que encandiló a todo petrolhead. Esta se basaba en una relación peso-potencia única, priorizando las sensaciones entre curva y curva en lugar de unas cifras desmesuradas. Un claro ejemplo de esta doctrina es el Mazda MX-5, un modelo que nos ha cautivado a todos desde su primera generación. Sin embargo y con el avance mecánico y tecnológico después de 30 años desde su primera aparición, nos hemos encontrado con algunos propietarios del deportivo nipón que han querido ir más lejos y, en contra de todo pronóstico, han conseguido que el pequeño Miata «vuele» gracias a diversos swaps como el que ha experimentado nuestro protagonista.
Para ser más concretos, nos encontramos con un Mazda MX-5 NA equipado con un propulsor V6, un tipo de mecánica que dista mucho de la que incorporaba el deportivo cuando abandonaba las puertas de la fábrica por allá en los años 80 y 90. Sin embargo no es el corazón de este Miata lo único que cambia, puesto que su dueño ha tenido que reforzar diferentes componentes para que el nuevo rango de potencia que emana dicho motor sea entregado con propiedad y sin miramientos.
Un V6 listo para rodar
Son muchos los deportivos del calibre del Mazda MX-5 los que han adoptado una nueva mecánica en sus entrañas, pero el propietario de esta unidad ha llevado a cabo dicho swap con un claro objetivo: dar caza a superdeportivos de altos vuelos. Para ello, nos encontramos un V6 ejerciendo la tarea de aquel más comedido propulsor de cuatro cilindros atmosférico que se ofrecía con cilindrada de 1.6 litros o 1.8.
Ahora, el deportivo de Mazda es capaz de brindar 305 CV extraídos de un bloque de seis cilindros en «V» de 3.6 litros LFX arrebatado a General Motors. Desconocemos las prestaciones que declara el MX-5 después de haberse sometido a esta operación a corazón abierto pero, teniendo en cuenta los escasos 1.070 kilos que declara sobre la báscula, nos de extrañar que su aceleración y velocidad punta superen a la de muchos deportivos contemporáneos.
Al mismo tiempo, suspensión, frenos, latiguillos y otros componentes también han tenido que ser sustituidos por piezas de mayor calibre, con el objetivo de soportar adecuadamente la fuerza del nuevo propulsor V6 que se esconde en este imponente MX-5. Este nuevo calificativo también se debe a que su estética se ha visto alterada, siendo un alerón de exuberantes dimensiones, unos pasos de ruedas más anchos y una defensa más prominente los principales culpables de causar este efecto.
Listo para cazar al GT3 RS
Es cierto que las modificaciones que ha padecido este MX-5 son de lo más llamativas, pero el verdadero aliciente de este vídeo es la caza que está llevando a cabo el deportivo japonés. Nada más hacer contacto con el asfalto del Nürburgring, podemos percatarnos de que un Porsche 911 GT3 RS lleva la delantera a este Miata vitaminado, pero no por mucho tiempo.
Las dotes al volante del conductor del Mazda y su claro aumento de potencia son los elementos necesarios para acercarse en todo momento al superdeportivo germano. Después de unas cuantas curvas en las que se puede palpar la tensión, apreciamos como el piloto del nueveonce decide rendirse y dar paso al japonés, dando lugar a una sana y entretenida carrera en uno de los circuitos más complejos y aclamados del mundo que finaliza con un único vencedor.
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