Mazda CX-3 1.5 Skyactiv-D 105 CV AWD Aut., opinión y prueba
Ponemos a prueba al Mazda CX-3, el nuevo crossover japonés que está siendo un éxito en ventas. Analizamos al CX-3 con el nuevo motor diesel 1.5 Skyactiv-D 105 CV asociado a la caja de cambios automática de seis relaciones y la tracción total. Repasamos diseño, motor, comportamiento y equipamiento, además de precios y valoración sobre este Mazda CX-3.
Mazda ha lanzado al mercado un crossover que está teniendo un importante éxito en ventas, aupado por el éxito de los SUV, por su diseño y por la calidad que ofrece situándose por encima de los SUV de marcas generalistas. El Mazda CX-3 es un coche que sorprende, más aún en combinación con el recién estrenado motor 1.5 Skyactiv-D con 105 CV. Nosotros lo ponemos a prueba en una versión del CX-3 con tracción total y caja de cambios automática de seis relaciones.
Diseño exterior
Trasladar las líneas del CX-5 y además hacerlo creando un coche con personalidad propia y muy llamativo no es fácil, pero Mazda lo ha conseguido con el CX-3. Exteriormente tiene un diseño que la firma japonesa denomina «Kodo» y que se inspira en el mundo animal, para ser concretos en el momento justo antes de iniciar el movimiento.
Todo esto, en la práctica se traduce en un coche con líneas marcadas, con personalidad y cierto toque deportivo, especialmente en su frontal que comparte elementos con el resto de modelos Mazda (como la parrilla) y donde llaman la atención los faros Full-LED de nuestra unidad.
Lateralmente como buen SUV cuenta con unos marcados pasos de rueda junto con unas generosas llantas de aleación, que en el caso de nuestra unidad eran de 18 pulgadas. También se puede apreciar la línea descendiente en la parte trasera con el pilar D en color negro aumentando la sensación de deportividad y de fluidez de líneas. En la zaga destaca el enorme portón y los faros traseros con tecnología LED. La parte deportiva viene de la mano de la doble salida de escape.
Diseño interior
Al volante del Mazda CX-3 encontramos un puesto de conducción sencillo pero con calidad, la postura de conducción es similar a la de un turismo (ligeramente elevada) con una buena visibilidad tanto frontal como lateral, mientras que la trasera es algo menor por cuestiones de diseño. Los asientos -de cuero en nuestra unidad de pruebas- tienen una buena sujeción lateral y los mandos se encuentran en una buena posición, controlando todo el sistema de navegación y multimedia desde el mando situado en el tren central (aunque en parado se puede manejar desde la pantalla táctil). El único pero es la ausencia de un reposabrazos para las plazas delanteras, aunque se puede incorporar como accesorio.
El diseño del salpicadero (que toma como referencia al Mazda 2) está orientado al conductor con una completa instrumentación, destacando el Head-up display, mientras que la parte del copiloto está libre de botones y mandos. La calidad de los materiales es notable, plásticos con buenos ajustes, acabado en fibra de carbono y zonas forradas en cuero en las puertas, parte inferior del salpicadero y tren central. La calidad percibida en el interior está por encima de lo que ofrecen SUVs de marcas generalistas y se acerca mucho más a las marcas premium.
En las plazas traseras el espacio para las piernas es correcto y dos personas viajarán de forma cómoda, mientras que tres ya irán más justos por anchura y por el tren central elevado. Si viaja en las plazas traseras un adulto de más de 1,80 m el espacio para la cabeza es algo más justo y lo mismo ocurre con el espacio para las piernas.
Huecos y maletero
El CX-3 dispone de varios huecos en las puertas, aunque de pequeño tamaño. En las puertas delanteras entra una botella pequeña de agua y algún objeto de pequeño tamaño, mientras que en las guanteras de las puertas traseras sólo entra una botella de agua pequeña. En cambio, en el tren central dispone de varios lugares donde dejar diferentes objetos (hueco en la consola central, dos posavasos y un hueco en la parte trasera del tren central). La guantera es de tamaño medio, aunque como detalle mejorable está la ausencia de luz interior.
El maletero tiene una capacidad de 350 litros, con la boca de carga elevada pero con formas regulares muy aprovechables. Además dispone de un doble fondo, ideal para guardar pequeños objetos en la parte inferior.
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