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Las matriculas digitales para coches se expanden… Pero solo por Estados Unidos
Aunque en España no sería posible, según la legislación vigente, en Estados Unidos la normativa permite este tipo de dispositivo en algunos estados.
La tecnología asociada a la automoción va hacia adelante y siempre encontramos algo original e interesante que nos llama la atención. Ahora es el turno de las matrículas, que pueden pasar a ser digitales. Bueno, pueden hacerlo en un país con una normativa un tanto laxa como es Estados Unidos. Allí es donde, desde hace unos años, se puede equipar el coche con las RPlate.
Estas matrículas digitales han sido creadas por la empresa Reviver Auto y están pensadas para que se puedan actualizar sin necesidad de pasar por las oficinas del Departamento de Vehículos Motorizados (DMV), algo que se debe de hacer en estados como el de California. La matrícula digital tiene un tamaño de 15×30 centímetros, similar a una normal, pero está compuesta por una pantalla similar a la de un e-reader, es decir, funciona con tinta digital.
En la pantalla se puede leer el número asignado al coche y toda la información que se puede encontrar en cada matrícula normal. Eso sí, puede personalizarse y mostrar el mensaje que se quiera añadir. Esta opción solo está disponible cuando el coche está parado, ya que durante el trayecto siempre muestra la información tradicional.
Esto puede hacer que se pueda incluso implementar publicidad, si se desea. Actualmente solo se puede utilizar en California y Arizona, en modo de prueba y no está todavía aprobado de manera total. Aún así, hay unas 4.000 placas RPlate en ambos estados. Y pronto, estas matrículas digitales estarán también disponibles en Michigan, un estado con el que han hablado para instaurar el uso de este sistema de identificación del vehículo.
Otra de las ventajas de este sistema es que puede incluir un sistema de localización por GPS, algo que es bastante útil. Estas matrículas digitales cuestan 499 dólares e incluye una batería que dura 5 años y las actualizaciones durante ese tiempo. Pero no es solo eso, sino que además hay que pagar una suscripción de 55 dólares anuales o 4,99 euros mensuales.
Esto es posible en Estados Unidos, pero en países como España y en general en la Unión Europea, donde la normativa es más estricta, será mucho más difícil la incorporación de un sistema similar. Pero, por el momento, queda como una curiosidad interesante que, quien sabe, algún día puede llegar a nuestro país.
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