Malas noticias para los fans europeos del Nissan 400 Z

La complicada situación económica por la que pasa Nissan junto con un escenario legal europeo en materia de emisiones de gases de efecto invernadero han sido determinantes a la hora de fijar los mercados donde se venderá la versión de producción que dé lugar el presentado en fechas recientes prototipo Nissan Z Proto.

Y es que, según se ha informado desde el país asiático, Nissan delimitará las ventas del hipotético Nissan 400 Z para los dos únicos mercados donde la marca ha echado sus cuentas y ha comprobado que podrá poner a la venta este deportivo de corte retro y a la vez de nuevo cuño les será rentable y, a la vez, cumplirá con las tasas de emisiones de dióxido de carbono: el propio y el estadounidense.

De esta forma, el vehículo que nazca a partir de las líneas maestras expuestas en el concept car Nissan Z Proto podrá ser adquirido en distribuidores de Japón y Estados Unidos, relegando a cualquier otro país a ver de lejos al sucesor del Nissan 370 Z o recurriendo a la costosa, en todos los sentidos, importación de un coche procedente de alguno de las dos únicas naciones en las que el catálogo de la marca ofrecerá el Nissan 400 Z.

Economía y ecología

La reestructuración de los planes de Nissan a nivel global ha supuesto el ajuste máximo de gastos y el aprovechamiento al extremo de los ingresos y, por lo que se entiende, solo es rentable vender el futurible Nissan de la estirpe Z en los únicos mercados que parece que este coche estará obligado a ser rentable.

Siendo un nicho muy concreto y con Nissan orientada a vender todocaminos, a pesar de ofrecer deportivos espectaculares como el Nissan GT-R y el Nissan 370 Z, cuya variante Nismo es un verdadero ronin al servicio de quien lo conduce, demuestran que en Europa y en concreto en España estos automóviles no repercuten las bonanzas suficientes como para homologar su venta y disponer de los ejemplares en los concesionarios.

A tenor de la situación actual donde la Unión Europea asfixia las cotas máximas toleradas de dióxido de carbono sesgan los catálogos de los fabricantes cuyos vehículos, sobre todo, aquellos que no disponen del apoyo de un conjunto  de propulsión eléctrica, que no logran circular un kilómetro sin rebasar los márgenes, sobre todo, los futuros, donde el de 2021 supone ya todo un desafío para los coches que se venderán desde el próximo 1 de enero.