La mala suerte de un Aston Martin Rapide

Hay veces que los accidentes no los causa el ser humano si no la madre naturaleza, y es curioso ver como en algunos casos la mala suerte juega un papel determinante en el devenir de un modelo. Después de una tormentosa noche con viento y lluvia fuerte, el dueño de un Aston Martin Rapide se acercó hasta el aparcamiento para ver el estado de su coche, atónito comprobó que un árbol había caído encima del capó de su coche provocando pequeños daños que sin duda costarán mucho dinero.

Pero el hecho no es la caída del árbol sobre el Aston Martin, si no que a menos de un metro estaba aparcado un Porsche Panamera que no sufrió ningún desperfecto, el enfado del propietario del Aston Martin tuvo que ser monumental, la mala suerte y la naturaleza la habían tomado con su coche dejando a los demás totalmente intactos.

Vía | GT Spirit