Consejos para conducir durante los meses más fríos ¡Llega el invierno!

El invierno ya está aquí y toca preparar nuestros coches para el frío. España no es un lugar donde el invierno sea muy duro, pero sí que hay zonas en las que se pueden sufrir temperaturas muy bajas, con abundante nieve y placas de hielo en las carreteras. Es en estos sitios donde hay que extremar las precauciones, pero tampoco está de más hacerlo en otras zonas donde la temperatura es más templada durante todo el año.

En esos lugares, no se está acostumbrado a experimentar la conducción en condiciones de frío intenso, por lo que puede pillarnos desprevenidos. Estos son algunos consejos para conducir sobre carreteras y terrenos que pueden tener placas de hielo. Con ellos, podremos conducir de manera más eficiente y sin riesgo. Hay que recordar que en algunos países es obligatorio cambiar los neumáticos por unos de conducción invernal. En España no existe esta obligación, pero en determinados lugares es aconsejable hacerlo.

Antes de arrancar el coche, es conveniente dedicar a la limpieza del vehículo unos minutos. Eliminar el hielo del parabrisas y la luneta trasera es una de las principales tareas a realizar. La visibilidad es fundamental y la presencia de estas placas puede entorpecer la visión desde el interior. Hay que rascar el cristal y eliminar el hielo. También se puede hacer con agua caliente y secar bien una vez eliminada la placa, para evitar que se vuelva a congelar.

Eliminar el hielo del parabrisas es lo principal antes de mover, para tener toda la visibilidad necesariaSi hay hielo en la cerradura, también hay que eliminarlo, pero en este caso es mejor hacerlo con calor. En esta época del año se forma vaho en el parabrisas, a consecuencia de la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior. Hay que utilizar el antivaho para evitar que se forme este y favorecer la visibilidad.

A la hora de circular, es mejor hacerlo por carreteras muy transitadas. Sobre todo a primera hora de la mañana, se forman placas de hielo, así que hay que circular con mucha precaución. Si se trata de una carretera con mucha circulación se evita que se formen estas placas de hielo y se mejora la circulación por esa carretera. En una con menos tránsito, se forman más placas y no se rompen las que hay, por lo que el peligro es más elevado. Esto es importante, y aunque se tarde más por circular por estas vías, es mejor que sufrir un accidente por causa del hielo.

A circular por carreteras con riesgo de tener placas de hielo y nieve, hay que reducir la velocidad y cambiar el estilo de conducción. Hay que aumentar la distancia de seguridad con los vehículos precedentes, ya que la distancia de frenado es superior con estas condiciones meteorológicas. Si se ha de frenar, hay que hacerlo de manera suave para evitar perder el control del coche. A la hora de arrancar, es aconsejable hacerlo en segunda, ya que en primera podría hacer derrapar las ruedas. Esto, es aconsejable si se ha parado el coche en un lugar donde haya mucho riesgo de formación de hielo o hay nieve.

Cambiar el modo de conducir es fundamental para aumentar la seguridad al circularLas cuestas pueden ser un riesgo añadido. Si se tiene que circular en una cuesta abajo, hay que reducir la velocidad para no tener que accionar el freno de manera continuada y evitar la pérdida de agarre por este motivo. En el caso de que las ruedes se queden atrapadas en la nieve y no tengan empuje, hay que poner el volante recto, para que las ruedas estén en esta posición y puedan tener el agarre necesario. Un pequeño truco para mejorar el empuje de las ruedas es colocar las alfombrillas bajo las ruedas delanteras para ayudar a que tenga un punto de agarre y pueda comenzar a rodar.

Los neumáticos, sean de invierno o no, tienen que estar en condiciones, así que se deben revisar y proceder a cambiarlos si la profundidad de la banda de rodadura es inferior a los 3 mm. La seguridad comienza con los neumáticos, porque son el único punto de apoyo entre el coche y el asfalto.

Fuente | Kumho