Lightweight BMW M2 Competition Finale Edition: una bestia con más de 700 CV

El mundo de las preparaciones busca demostrar que los límites de los coches están mucho más lejos que los establecidos por las propias marcas. Y es que, en ocasiones, podemos apreciar creaciones que se alejan de todo lo lógico y necesario en un coche, aunque entendemos que eso forma parte de su encanto. Claro ejemplo de ello es el Lightweight BMW M2 Competition Finale Edition, una bestia gestada por Lightweight que actúa como despedida del incombustible BMW M2, modelo que, nos guste o no, está dando los últimos coletazos en el mercado.

Y es que la firma bávara puso punto y final a su idílico deportivo con el M2 CS, aunque para un grupo más generoso de personas fue el M2 Competition, puesto que la variante más radical se encuentra sujeta a una producción limitada. Pero el preparador alemán, insatisfecho con la forma en la que BMW le dijo adiós al M2, decidió producir su propia oda.

Por norma general, este tipo de vehículos se encuentran arropados por una exuberante estética que busca adelantar la irreverente modificación en sus entrañas; pero no es el caso del Lightweight BMW M2. Y es que el preparador ha optado por simplemente cambiar las llantas por unas forjadas de 19 pulgadas y añadir innumerables piezas en fibra de carbono, sugerente material que también podemos encontrar en otro BMW M2.

En el habitáculo destaca más fibra de carbono, Alcántara, piezas rematadas en azul para contrastar con la tonalidad negra del exterior y dos plazas individuales para la fila posterior. Sin embargo, el verdadero punto álgido del Lightweight BMW M2 Competition Finale Edition lo encontramos en su apartado mecánico, donde recaen todos los esfuerzos del preparador para llevar a un innecesario -pero atractivo- nivel de prestaciones al deportivo alemán.

Y es que el seis cilindros turbo pasa a producir 741 CV y 880 Nm de par, cifras que dejan en ridículo a los muy respetables 410 CV y 550 Nm de par que eroga de serie. De momento, Lightweight no ha hecho alusión alguna a las capacidades de este caballaje sobre el asfalto, pero podemos esperar unas prestaciones de infarto.

Por supuesto, se han llevado a cabo otras mejoras totalmente pertinentes ante tal potencia, como una suspensión más firme por cortesía de Eibach o frenos con mayor refrigeración y latiguillos metálicos. No se conoce el precio que implica esta preparación, pero podemos intuir que ni será bajo ni apto para todos los bolsillos.