Lexus RX 450h 2016, presentación y prueba en Lisboa

Lexus ha presentado hace unos meses la renovación de uno de sus modelos más importantes, su modelo SUV RX. Se trata de una actualización completa, una generación completamente nueva.

Ahora, semanas antes de su comercialización, Highmotor ya ha podido ponerse a los mandos de este gran SUV cargado de tecnología que apunta directamente a los líderes del segmento.

El despertador suena pronto, pero hoy el día transcurre de otra manera. El aeropuerto se ve diferente desde la zona VIP, coger un avión no es tan pesado si embarcas en preferente y piensas que vas a recoger uno de los Lexus más caros del momento. Algo así es lo que viviría -hipotéticamente- un cliente Lexus antes de recoger su nuevo RX.

Diseño exterior

El diseño exterior de la cuarta generación del RX representa una clara evolución respecto a su antecesor. Siguiendo la tendencia de los últimos modelos de la marca, el SUV japonés presenta un aspecto claramente afilado y deportivo, dotándolo de una personalidad muy marcada. Sin duda, en Lexus no han querido dejar indiferente a nadie.

El frontal destaca por su gran parrilla trapezoide, muy marcada, en forma de punta. Estará disponible con listones horizontales o con rejilla de panal de abeja, dependiendo del acabado escogido. No faltan tampoco unos faros realmente afilados, alargados, dotados de tecnología Full LED. En este caso, la luz diurna está integrada en el propio faro, a diferencia de otros modelos como el IS o el NX. El paragolpes acoge las luces antinieblas, integradas también en una moldura con forma de flecha. Todo ello conforma una imagen muy robusta.

Las líneas del frontal se extienden por los paneles laterales de la carrocería, dando lugar a varios nervios y pliegues en la chapa que le dotan de una imagen muy angulosa. Destaca sobre todo el Pilar C flotante, que en un inteligente ejercicio de diseño e ingeniería dota al RX de una apariencia de SUV Coupé gracias a la utilización de un cristal oscuro que une la ventanilla trasera con la luneta del portón del maletero, mejorando la estética sin perder practicidad. Los pasos de rueda rectangulares ayudan a mejorar, de nuevo, la sensación de robustez.

La trasera es, posiblemente, la parte menos innovadora del conjunto. Mirándolo por detrás, encontramos una silueta plenamente reconocible dentro de la familia Lexus. Destacan los pilotos, como iluminación LED en forma de L. Los intermitentes cuentan con iluminación secuencial.

Diseño interior

El interior ha sufrido también un gran cambio respecto a la anterior generación, cuyo salpicadero fue bastante criticado por su aspecto flotante y su mejorable ergonomía. Ahora, en esta cuarta edición, los chicos de Lexus han optado por arriesgar menos con un diseño más clásico que vuelve a estar enfocado hacia el conductor.

No falta una gran pantalla central de 12.3″ flotante y fija, desde la que se puede manejar gran parte de los sistemas tanto de entretenimiento como de confort del vehículo. La instrumentación sigue siendo similar a la de la anterior generación, lo cual lo deja un poco descolgado respecto a algunos de sus rivales, que ya han apostado por un cuadro de información completamente digital. La versión F Sport sí que ofrece un cuadro de instrumentos muy similar al del IS, con una esfera con una gran pantalla interna.

El volante es también de nueva factura, aglutinando los mandos a los lados de forma más cómoda y lógica. Se ha evolucionado también el sistema HUD de proyección de información en el parabrisas. Ahora es a color, y tiene un tamaño de 10″, capacitando la proyección de mucha más información. La postura de conducción es muy cómoda y natural. Una vez sentado en el asiento -de una calidad bárbara-, todo lo esencial queda a mano, sin necesidad de que tengamos que buscar ninguna tecla básica. Gracias a la modificación de la posición del Pilar A, la visibilidad ha mejorado sensiblemente respecto a la anterior generación.

Los materiales utilizados para el interior están a gran nivel tanto de calidad como de ajuste. Es muy difícil encontrar algún plástico duro o revestimiento que desmerezca. Se han añadido nuevas opciones de molduras, como la inserción Laser Cut Wood, desarrollada por Yamaha, y que combina la madera y el metal en la misma moldura. Destaca también la implementación de un gran techo panorámico que aporta luminosidad y amplitud al habitáculo, con espacio suficiente para cinco ocupantes. Las cotas de habitabilidad no han variado en demasía respecto a su predecesor. El maletero tiene una capacidad de 540 litros, se accede mediante un portón de accionamiento eléctrico que, por primera vez en Lexus, dispone de un sistema de apertura «Touch less», sin necesidad de contacto físico.

Al volante

El RX se venderá en nuestro país exclusivamente con la versión híbrida, denominada comercialmente RX 450h, como ya sucedía con la anterior generación. Mecánicamente el RX 450h monta un esquema híbrido compuesto por un propulsor térmico de 3.3 litros y arquitectura V6, de aspiración atmosférica, al que se le añaden dos motores eléctricos (167 y 68 CV), uno en cada eje. En total, la potencia disponible es de 313 CV, lo que posibilita una aceleración de 0 a 100 km/h en 7.7 segundos a través de una transmisión de variador continuo e-CVT.
El consumo de combustible mixto homologado es de 5.2-5.5 litros dependiendo de la versión, con unas emisiones de CO2 que van desde los 120 hasta los 127 gramos por km.

Al arrancar el coche, los primeros metros en modo eléctrico nos muestran un habitáculo realmente silencioso. Los chicos de Lexus han trabajado en la insonorización, y ya a bajas velocidades se nota. A bajas velocidades, el propulsor térmico arranca en contadas ocasiones, siempre con un nivel de sonoridad y vibración muy reducido. Al fin y al cabo, un V6 siempre va a ser más fino en su funcionamiento que un cuatro cilindros.

Una vez lanzados, podemos seleccionar cualquiera de los cuatro modos de funcionamiento del coche. El modo por defecto es el NORMAL, añadiendo los modo ECO y SPORT, que modifican el funcionamiento de diferentes sistemas del vehículo como el aire acondicionado, el acelerador o la dirección asistida. El acabado F Sport añade además el modo SPORT+, aún más deportivo. Se incluye por primera vez en toda la gama el modo CUSTOMIZE, personalizable por el conductor.

Cuando aumentamos el ritmo, el RX nos recompensa con una extraordinaria mezcla de estabilidad y confort. Sinceramente no es algo que nos sorprenda, habida cuenta la capacidad de cualquier Lexus para realizar largas kilometradas sin inmutarse. Lo que sí que nos sorprende sobremanera es la mejora en el comportamiento del RX cuando las curvas hacen acto de presencia.

La sensación es ahora la de conducir un turismo. Las suspensiones se han afinado para una mejor respuesta, y por primera vez en un RX, puede equipar amortiguación variable adaptable (AVS). Además, es posible equipar también un sistema de estabilizadoras activas que eliminan el balanceo de la carrocería. Como resultado tenemos un RX que por primera vez podemos conducir el 99% de las ocasiones como si de un GS se tratase.

Lexus ha hecho especial hincapié en el apartado de la seguridad. Se trata de una apuesta que mejorará notablemente la apreciación de la compañía en este plano, que la firma japonesa había dejado un poco de lado en los últimos años. El RX ofrecerá, de serie, y por primera vez en la marca, el sistema Lexus Safety System+ (LSS+), que engloba cinco diferentes funcionalidades: control de crucero activo, sistema de Pre-colisión con radar y cámara, luces largas automáticas, sistema de alerta de fatiga y sistema de mantenimiento de carril.

Las primeras unidades del RX llegarán a los concesionarios a principios de 2016, con un precio de venta que arranca en los 63200€ de la versión ECO, pasando por los 66700€ de la versión CORPORATE, los 75700€ del EXECUTIVE, los 79900€ del EXECUTIVE TECNO, LOS 90300€ del F SPORT y, por último, los 91700€ del RX 450h LUXURY, la versión tope de gama.

Fotografía | Daniel Valdivielso