Lexus GS F, Lexus LF-SA y Lexus LF-C2 en el Salón de Ginebra 2015

Guillermo Arnal     6 marzo 2015     2 min.
Lexus GS F, Lexus LF-SA y Lexus LF-C2 en el Salón de Ginebra 2015

El singular prototipo LF-SA representa el único estreno mundial de la marca en su espacio de Ginebra. Aunque no adelanta ningún modelo concreto que llegue a producción, sí revela el camino al que se dirige el lenguaje de diseño que se aplicaría en un potencial utilitario de segmentos inferiores al C.

Al haber jugado las cartas de los dos últimos grandes salones estadounidenses para presentar novedades, a Lexus solo le ha quedado en la mano para Ginebra un único prototipo como estreno mundial. El LF-C2, un ejercicio de diseño que, por ahora, la marca no tiene previsto llevarlo a producción, lo vimos en el pasado Salón de Los Ángeles. Y el GS F ya se encargó de deslumbrar al público en Detroit hace dos meses.

Aunque mucho más alejado de las calles que el QX30 Concept que propone Infiniti, el prototipo LF-SA de Lexus no carece por ello de interés, incluso más allá del apartado puramente estilístico. La misión de este vehículo trasciende el papel de ofrecer un vistazo a las líneas y rasgos que marcarán los próximos lanzamientos de la división de lujo de Toyota.

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Sus 3,45 metros de largo, 1,70 de ancho y 1,43 de alto lo colocan directamente en el segmento A. De hecho, por su naturaleza y formas, da la sensación de haberse concebido como un híbrido entre un utilitario de dimensiones muy reducidas y un pod futurista como los que ha mostrado Toyota en los últimos años.

Las peculiares formas de su carrocería ovoide mezclan las aristas afiladas y la gigantesca parrilla que se observan en los coches de calle actuales de Lexus con curvas y protuberancias más orgánicas. Llaman la atención el parabrisas de grandes proporciones, los exagerados pasos de rueda o la prominente silueta de la luna y los pilotos posteriores.

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El foco del LF-SA reside en el conductor, y así lo prueba el diseño del habitáculo. Su asiento, de posición fija, contrasta con la movilidad de los pedales y del volante con el fin de que se ajusten lo mejor posible a sus preferencias. Todo ambientado en un entorno que goza de la misma calidad de materiales y realización que otros modelos de Lexus.

El conductor tampoco debe realizar demasiados esfuerzos para hallar toda la información que necesita: en una ojeada puede observar casi sin alzar la vista el cuadro de instrumentos digital y los datos proyectados sobre el mismo. Si eleva la mirada por encima del parabrisas, descubrirá, además, lo que reflejan las cámaras que sustituyen a los retrovisores exteriores.

La estética y la tecnología constituyen, así, las cualidades fundamentales del LF-SA, por lo que la mecánica brilla por su ausencia. Lexus aún no le ha puesto fecha a sus planes de entrar en segmentos inferiores al del CT, pero el LF-SA prueba que aún flotan en el aire. Si bien los Aygo y Yaris de Toyota obtienen resultados comerciales satisfactorios en Europa, Lexus requerirá de una fórmula distinta si finalmente se atreve con estas categorías, más próximo a lo premium.

Fotos | Equipo Highmotor y Lexus

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