¿Las marcas de bajo coste son un fenómeno social?
Los propietarios de coches Dacia franceses han demostrado que no es necesario devanarse los sesos pensando en prestaciones, valor de reventa y ni siquiera en si el coche será más bonito o más feo que el del vecino, porque no les importa en absoluto. Evidentemente, hay gente que no necesita más que «un coche» para […]
Los propietarios de coches Dacia franceses han demostrado que no es necesario devanarse los sesos pensando en prestaciones, valor de reventa y ni siquiera en si el coche será más bonito o más feo que el del vecino, porque no les importa en absoluto. Evidentemente, hay gente que no necesita más que «un coche» para desplazarse diariamente y que no ocasione muchos problemas de idas al taller o de complicaciones adicionales. Y ese coche posiblemente sea un Dacia.
Y no es nada extraño que Francia sea una de las mecas de los Dacia, gracias a su vinculación con Renault. El día de ayer se celebró en dos sitios distintos distintos de Francia una concentración de la marca que reunió a unos 2.000 Dacia de todos los modelos, junto a unos 7.500 visitantes. Claro que es de reconocer que esto no hubiera tenido trascendencia si Renault-Dacia no lo hubiera organizado.
Estas marcas «baratas», minimizadas por muchos, cumplen los objetivos de un sector del mercado que pasó a ser casi mayoritario gracias a la bendita crisis. Dacia es sinónimo de low cost con el Logan, el primer coche que se animo a entrar al nuevo segmento en su momento, y uno de los más vendidos de esta categoría y con el Sandero, más barato que el anterior. Para aquellos que no quieren gastarse un dineral en un coche, ni quieran destacar en las calles ante las lánguidas miradas de envidia de los demás.
Un Dacia te lleva a todas partes, como lo podría hacer un Volkswagen, un Ford o un Renault y por algo menos de dinero, aunque seguramente no tan bien fabricado como un Skoda Fabia, por el cual tendrás que pagar un poco más. El Tata Indica cuesta un poco menos (aún recuerdo la espectacular promoción de los 5.000 euros con el agotado Plan 2000E), lo cual también lo convierte en rival de cuidado en este segmento.
¿Todavía crees que estas marcas no valen la pena? Pues yo creo que habría que reconsiderar la idea si así lo crees, porque no sabemos cuánto tiempo más vamos a seguir sufriendo la crisis y en qué condiciones quedaremos una vez que pase. No sólo sobre lo que nos atañe a nosotros como consumidores, sino también a las mismas marcas; algunas ya están delineando nuevos modelos de bajo precio (y coste) para presentar, mientras que todavía otras no se deciden. Puede que en los próximos meses la cuestión sea «vender o no vender».
Vía | Caradisiac
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