Lancia Voyager Fotos Monovolúmenes Pruebas
Lancia Voyager 2.8 CRD 163 CV Aut., prueba (Motor y prestaciones)
Probamos el Lancia Voyager, un monovolumen de siete plazas con un motor diesel 2.8 CRD de 163 CV asociado a una caja de cambios automática de seis relaciones. En esta primera parte de la prueba hablamos del motor, prestaciones, consumo y comportamiento.
Algún despistado podría pensar que me he equivocado a la hora de titular esta prueba, eso de Lancia y Voyager en el nombre, suena extraño. Nada más lejos de la realidad, desde hace tres años Fiat es la propietaria del Grupo Chrysler y eso ha supuesto una serie de cambios en los modelos europeos.
Lancia ha ganado dos modelos en su gama, un monovolumen y una berlina de representación. Ambos llevan el sello americano y ambos tienen bastantes cualidades para hacerse un hueco en el mercado. Hoy nos ponemos al volante del Lancia Voyager.
Este monovolumen es prácticamente idéntico a la Voyager que se comercializaba antes bajo el paraguas de Chrysler y que se sigue comercializando en EE.UU (la firma americana desapareció de Europa con la compra por parte de Fiat). Como curiosidad, el Voyager no es el primer monovolumen de Lancia que no es 100% italiano, anteriormente el Phedra era un producto fruto de la joint-venture con PSA Peugeot Citroën, derivado del 807/C8.
Es un vehículo que tiene cierta fama en el viejo continente desde hace mucho años, siendo muy interesante para una familia que busque espacio y viajar en primera allá donde vayan sus siete ocupantes.
Motor y prestaciones
El motor usado para mover al Voyager es bastante conocido, usado por otros modelos del grupo como Jeep. Se trata de un propulsor de cuatro cilindros desarrollado por VM Motori y que alcanza una potencia de 163 CV. VM Motori es el mismo fabricante que produce los motores de los Chevrolet diesel y algunos propulsores para el Grupo Fiat, puesto que la fabrica ahora pertenece a General Motors y al grupo italiano.
Asociada a este propulsor de 163 CV tenemos una caja de cambios automática de seis relaciones, una caja veterana pero con un funcionamiento más que correcto. Incluso en modo secuencial podemos sacarle un buen partido al motor.
El motor es bastante prestacional, le falta algo de suavidad, pero a cambio mueve con mucha fuerza al Voyager, algo que necesita puesto que es un vehículo pesado (2,2T) y dispone de siete plazas. El par motor es de 360 Nm, con una respuesta desde poco más de 1.800 r.p.m. y hasta llegar a las 3.500 vueltas.
Se nota el par motor sobretodo cuando arrancamos, hay que dosificar la potencia para no hacer salidas más llamativas al arrancar. Volviendo a la caja de cambios, destaca la posición de la palanca típicamente americana y su funcionamiento, siempre cambia cerca de las 4.000 r.p.m. y no deja bajar una marcha si con ello revolucionamos al motor por encima de las 4.000 vueltas.
Comportamiento
La suspensión está orientada al confort, en carretera es muy cómoda, acercándose al comportamiento de un todoterreno en cuanto a la dureza de las suspensiones. En la parte trasera se ha optado por montar un eje rígido, lo que nos puede dar una idea del comportamiento del Lancia Voyager.
Así como en carretera es cómodo, cuida muy bien a los pasajeros y mantiene el confort en aquellas zonas con el asfalto más irregular. Dinámicamente tiene sus limitaciones, dados sobretodo por sus medidas y peso. Hablamos de un vehículo de más de cinco metros (5,21 m) que pesa 2,2 toneladas, además con una suspensión trasera que no está pensada para practicar rallye.
En definitiva es un coche tranquilo, con fuerza pero ideal para disfrutar de largos viajes por carretera o autovía donde el nivel de confort es elevado y la insonorización realmente buena.
Un elemento sobresaliente y a la altura de la potencia, medidas y peso, son los frenos, con unos discos delanteros de 330 mm y unos traseros de 328 mm, todo para que siempre tengamos bajo control al Voyager.
Consumo
El consumo está acorde al tipo de coche, pese a que es diesel, mover 2,2 toneladas con cinco metros de largo, no es una tarea sencilla, y eso se nota. En autovía ronda los 8,1 litros a los 100 km. Pero la cifra que hemos obtenido en carretera se sitúa entre los 8 y los 9 litros a los 100 km, todo depende de lo cuidadosos que seamos con el acelerador.
En ciudad las cifras se disparan, además nuestra prueba de consumo por ciudad se ha realizado en una urbe con muchas cuestas, donde aún se acusa más el consumo medio. En total, en nuestro recorrido habitual la media ha rondado los 12 litros a los 100 km.
En la segunda parte de la prueba vamos a analizar el punto fuerte del Lancia Voyager, su diseño y sobretodo su interior. Se trata de un verdadero transporte en business, ideal para una familia numerosa que quiere viajar con todas las comodidades y con el espacio como máxima premisa.
Fotos | Diego G. Moreira
Ubicación fotos | Nigrán, Baiona y Caminha (Portugal)
2 comentarios
Deja un comentario
Diego, anótate un sobresaliente por hacer una prueba completa y bien informada. Tengo entendido que el Voyager en un futuro próximo va a montar también a este motor 2.8 en la versión de 200 cv que ya lleva el JEEP Wrangler
Hola Mario, gracias por tus comentarios. Ya están las demás partes de la prueba para tener toda la info sobre el coche. Sobre el motor, supongo que será cuestión de tiempo que se actualice al de 200 CV.
Un saludo