La sorpresa de Lamborghini a un niño de 12 años que construía con su padre un Aventador con impresoras 3D

Seguro que todos como buenos petrolhead que somos hemos fantaseado en nuestra infancia con coches de ensueño, los cuales se han encargado de cubrir las paredes de nuestra habitación durante años. Pues bien, en esta misma tesitura se encuentra Xander, un niño estadounidense de 12 años que comparte un sueño con su padre. Y es que ambos fantaseaban con la idea de hacerse con un Lamborghini Aventador, y era tal la fuerza que desataba este sueño automovilístico, que padre e hijo se enfrascaron en la tarea de fabricar uno mediante impresoras 3D.

Y es que este arduo y enternecedor proyecto comenzó hace dos años en un garaje de Erie, Colorado. Sterling, el padre de Xander, cuenta que su hijo ha heredado su misma pasión tanto por los coches como por la construcción, maridaje que les ha llevado a emprender la recreación a escala 1:1 de un Lamborghini Aventador SV, uno de los coches favoritos de este petrolhead empedernido de 12 años.

Este amor por el superdeportivo italiano nace en Xander a través de los videojuegos, en los que el joven corre con un Aventador idéntico al que él y su padre están construyendo. Sin embargo, la tediosa tarea de crearlo mediante impresoras 3D hace que el proyecto se retrase más de lo esperado y que no resulte tan sencillo como uno en principio esperaría, pero la firma del toro ha querido echar una mano.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina seguro que muchos de vosotros habéis aprovechado para escribir en la carta a Papa Noel algún que otro coche. Pues bien, aunque no haya sido este señor procedente del Polo Norte el encargado de hacer realidad el sueño de Xander, lo cierto es que ha amanecido con una inesperada sorpresa en el garaje de su casa.

Gracias a que Lamborghini tuvo de compinche a Sterling, ha sido posible que durante la noche el modelo 3D que él y su hijo estaban construyendo fuese sustituido por un Aventador S real. Ya os podéis imaginar la reacción de nuestro joven protagonista al abrir la puerta del garaje y encontrarse con las carismáticas puertas de tijera subidas y con un V12 atmosférico de 6.5 litros dispuesto a hacerle el chaval más feliz del planeta.

Ni cortos ni perezosos, tanto Xander como su padre han decidido hacer lo que cualquiera haría en una situación semejante: irse a dar una vuelta a los lomos del Lamborghini Aventador. Es así como la firma del toro ha querido hacer feliz a una familia que ha demostrado ser una auténtica fanática de la marca y haciendo ver al resto que los sueños sí se pueden cumplir.