¡Alea jacta est! Los jueces deciden el 27 de febrero el futuro de los diesel en Alemania

Tras el escándalo de los controles de las emisiones de los diesel, la asociación ecologista Deutsche Umwelthilfe (Ayuda Ambiental Alemana – DHU) demandó a las ciudades alemanas de Stuttgart y Düsseldorf por los elevados niveles de partículas existentes en el aire al exceder estos sistemáticamente los límites establecidos por la Unión Europea.

Los tribunales locales dictaminaron entonces prohibir la circulación de los vehículos diesel que no cumplieran con las últimas normas en los días en los que la contaminación en las ciudades es pesada y supera los límites, una decisión especialmente comprometedora para la industria del automóvil en Alemania dado que una prohibición total podría provocar la caída de los precios de reventa de los vehículos afectados (unos 15 millones en Alemania) y un importante aumento de contratos de arrendamiento dada la importancia que los valores residuales tiene en los mismos.

Además, el importante quebranto que ello supondría para el mercado de ocasión también terminaría por afectar al mercado de coches nuevos dado el bajo valor de venta que los particulares obtendrían por sus vehículos usados que entregan para iniciar la compra de los nuevos.

Por esta razón, los estados alemanes afectados donde la todopoderosa industria del automóvil alemana tiene radicada sus sedes y principales factorías apelaron contra las decisiones de estos tribunales locales, siendo ahora el turno del tribunal administrativo federal de Alemania —el tribunal de última instancia a tales efectos— quien tiene que dictaminar si este tipo de prohibiciones puede imponerse legalmente a efectos exclusivamente locales o no.

«La pregunta clave es si las prohibiciones ya pueden considerarse instrumentos legales«, dijo Remo Klinger, abogado de DHU. «Es una cuestión de derecho completamente abierta».

En todo caso, el número de ciudades que planean prohibir los diesel en el centro de las ciudades para 2.025 sigue en aumento. Paris, Madrid, Ciudad de México y Atenas así lo han aprobado ya, y en Francia y Gran Bretaña se plantean prohibir nuevos automóviles impulsados por combustibles fósiles a partir de 2.040 para promover la movilidad eléctrica. La decisión de los jueces alemanes puede anticipar el proceso.

Un cambio que dejará sensiblemente tocados a los fabricantes de automóviles, especialmente a aquellos que cuentan con una mayor cuota diesel en su producción. Según distintas consultoras internacionales, como por ejemplo Evercore ESI, una caída del 5 por ciento en los valores residuales de los modelos diesel podría generar 1.600 millones de euros de caída en las ganancias operativas de ocho de los principales fabricantes europeos y americanos.

Y según los analistas de Bernstein Research, una prohibición de los vehículos diesel en Europa dejaría especialmente expuestos a los fabricantes franceses, especialmente a Peugeot y Renault. Entre los fabricantes alemanes Daimler, un 38 por ciento de sus modelos son diesel, el 35 por ciento en el caso de BMW y el 26 por ciento en el de Volkswagen, según un informe del año 2016.

Para evitar estos problemas, los fabricantes han intentado evitar las prohibiciones mediante la actualización de los sistemas de gestión del motor y mejorando los filtros de las salidas de escape, aunque este es un paso únicamente posible en aquellos vehículos dotados con sistemas electrónicos de gestión del motor (básicamente los Euro5 y los Euro6). Medidas que han sido catalogadas como insuficientes por los ecologistas, que siguen presionando para que todos los Euro5 como los Euro6 reciban actualizaciones de hardware en sus sistemas de tratamiento de gases de escape, lo que supondría un coste de 1.500 euros por vehículo.

Así las cosas, y a la espera de la pronta decisión judicial sobre el tema, las matriculaciones de los vehículos diesel continúan en descenso. Por primera vez en la última década, los vehículos gasolina superaron en ventas a los diesel.