Jeep Wrangler Unlimited Pruebas SUV
Jeep Wrangler Unlimited 2.8 CRD 200 CV 75 aniversario, prueba de un 4×4 de verdad
Ponemos a prueba a un verdadero todoterreno, al Jeep Wrangler Unlimited en su versión 75 Aniversario equipado con un motor diesel 2.8 CRD de 200 CV. Esta versión especial tiene un diseño específico y un equipamiento más completo, que analizamos al detalle en esta prueba.
¿Crossover?, ¿SUV?, ¿Todocamino? La estética todoterreno está de moda, no hay fabricante que no tenga entre su gama un vehículo SUV pero la gran mayoría no disponen de tracción y los que sí tienen disponible la tracción 4×4 están limitados por un diseño que no permite un uso off-road radical o por un sistema de tracción sin reductora.
La prueba que hoy os traemos es diferente, diferente en concepto, diferente en lo que busca un comprador de un coche y diferente a la hora de entender la conducción. No es un coche veloz, no es práctico para las urbes, subirse a él requiere de un pequeño salto, no es dinámico, su estética es extremadamente robusta, pero es uno de los pocos coches en el mercado que no pone ningún límite a la conducción y que es capaz de llegar a donde no llega nadie (literalmente). El equipo de pruebas de Highmotor ha puesto a prueba al Jeep Wrangler Unlimited en su versión 75 Aniversario con el motor 2.8 CRD de 200 CV y caja de cambios automática.
Un poco de historia….
En 1941 el ejército de los Estados Unidos necesitaba un vehículo ágil, fiable y que fuera capaz de moverse por todo tipo de situaciones y entornos, para este fin crearon un concurso público en el que compitieron las marcas de automoción americanas de la época (Ford y Willys-Overland). Finalmente Willys-Overland se hizo con ese contrato para dotar al ejército americano de un vehículo -el MA- que sería el antecesor lejano del actual Jeep Wrangler. Un modelo con el que aún comparte algunos detalles curiosos e inauditos en un modelo actual: puertas que se pueden quitar y el parabrisas plegable, así como su techo desmontable que se puede cubrir con una lona.
Diseño exterior
Bruto o rudo, son dos de los adjetivos que mejor definen el diseño exterior del Jeep Wrangler, aunque es precisamente su diseño lo que lo hace tan especial. Empezando por la enorme parrilla con los siete huecos típicos de la marca, sus dos faros (halógenos, con una iluminación mejorable) y con los dos enganches que cierran el capó. Destacan las dos salidas de aire del capó «Power Dome» que es exclusivo de esta edición 75 aniversario. Precisamente esta edición añade una serie de elementos exteriores específicos como el logo de Jeep en color bronce, la pintura verde «Sarge», pasos de ruedas en color carrocería, llantas de 18 pulgadas específicas (con unos enormes neumáticos con medidas 255/70 R18) y detalles específicos en el interior.
Siguiendo con el repaso al exterior, nuestra unidad no disponía de estribera para facilitar el acceso al vehículo, lo cual no era tarea fácil dada la gran altura con respecto al suelo. Como en todos los Wrangler, las puertas son desmontables y además se puede quitar la capota (en dos fases, la parte delantera primero y después en una única pieza toda la parte trasera) aunque no es una operación que sea sencilla ni que pueda realizar una única persona (al menos desmontar la capota trasera).
El portón del maletero abre en dos fases, por un lado el cristal y por otro el propio portón que incorpora la mítica rueda de repuesto de tamaño normal en la parte trasera. Todos los detalles del exterior son rudos, desde el tapón del depósito de combustible (que se abre con llave pero no tiene tapa) hasta las propias manillas de las puertas que son de grandes dimensiones.
Diseño interior
Por dentro la esencia exterior sigue presente en un salpicadero que poco ha cambiado con el paso de las generaciones, muy vertical, poco profundo, sencillo y con pocos mandos más allá del sistema de navegación y multimedia. La instrumentación es sobria con un ordenador de abordo que tiene brújula y muestra información sobre el consumo medio, que puede incluso, mostrar algunas indicaciones muy sencillas del sistema de navegación (hasta ahora no era posible).
Por dentro se pueden ver algunos detalles de la versión 75 Aniversario como los asientos de cuero y con calefacción (no están disponibles normalmente en el Wrangler), así como los anagramas del asidero del acompañante, inserciones en color marrón y las alfombrillas de goma MOPAR.
El habitat ideal del Jeep Wrangler es cualquier lugar donde no haya asfaltoLa postura de conducción es peculiar, en el Wrangler es el conductor quien se adapta al coche. El volante sólo se regula en altura y no en profundidad, mientras que la postura de conducción es muy elevada y vertical, aun así nosotros realizamos un largo trayecto en autovía (600 km) y fueron bastante cómodos los asientos, más que los de tela que equipa normalmente. Las plazas traseras tienen mucho espacio para los pies y altura para la cabeza, eso sí, llama la atención ver el plástico de la capota trasera que se puede retirar simplemente con quitar algunos tornillos.
Además de las dos guanteras -de gran tamaño y con llave- el resto de huecos del Wrangler se componen de un posavasos en el tren central y varias redes en las puertas que hacen las veces de guantera (aunque rústicas, son prácticas para pequeños objetos). El maletero es de gran tamaño, con una capacidad de 498 litros, aunque queda alto a la hora de cargar objetos voluminosos y la capota de lona que equipa para desplegar en caso de lluvia y de ir descapotado, limita mucho la carga.
Otro detalle mejorable es el subwoofer que se ha situado en medio del maletero (protegido por una malla de metal muy resistente) pero no es un lugar práctico, sin ir más lejos, basta con poner la compra en el maletero y subir un poco el volumen para que al llegar a casa tengamos una verdadera ensalada por la potente vibración, creo que en el lateral como lo lleva el Sahara es más lógica la ubicación.
Motor: 200 CV de pura fuerza
El Wrangler Unlimited 75 Aniversario que protagoniza esta prueba esconde bajo el gran capó un viejo conocido, se trata del propulsor 2.8 CRD de 200 CV, un motor que lleva años equipándose en en Wrangler sin apenas cambios de importancia. Pese a sus 200 CV es un propulsor de sólo cuatro cilindros y que destaca por su fuerza, no por su finura ni por sus prestaciones ni refinamiento (aunque tampoco es lo que busca).
La transmisión automática de cinco relaciones es de serie, son pocas marchas pero cuenta con un funcionamiento más que correcto si entendemos el uso para el que está concebido el Wrangler. Se puede manejar en modo secuencial desde la propia palanca de cambios, es bastante rápida cambiando de marchas y además tiene una buena capacidad de retención en caso de descensos prolongados. Es especialmente útil la transmisión cuando salimos fuera del asfalto, puesto que complementa en todo momento al sistema de tracción del coche y a la reductora. Normalmente es un tracción trasera (con bastante nervio si desconectamos el control de tracción) y en caso de conectar la reductora entonces envía fuerza a las ruedas delanteras.
En cuanto a las prestaciones, el Wrangler no es un vehículo que responda rápido ni ágil cuando se hunde el pedal del acelerador, más bien es lento pero al propulsor no le falta nunca fuerza. Tiene una buena respuesta a bajas vueltas y hasta pasar las 3.000 r.p.m. Como muestra está su par motor de 460 Nm disponible desde las 1.600 hasta las 2.600 vueltas, de hecho con respecto al modelo de 2011 se ha mejorado el par motor y optimizado para una mejor respuesta en bajas. Si circulamos por autovía hay cierto régimen que nos puede disparar el consumo, puesto que a 120 km/h el motor gira a 2.500-2.800 vueltas, siendo poco eco, tal y como nos lo recuerda una franja verde en el cuentavueltas que llega hasta las 2.300 r.p.m.
Comportamiento
El Jeep Wrangler es un coche creado para descubrir y circular por aquellos lugares o terrenos donde un coche normal no puede llegarEl habitat ideal del Jeep Wrangler es cualquier lugar donde no haya asfalto, de hecho se puede llegar a lugares únicos y da igual el tipo de terreno. Pero aún así no es un coche incómodo para otro tipo de ambientes, en autovía, tras nuestro recorrido habitual de 1200 km, es un coche relativamente confortable. Su tamaño y mala aerodinámica hace que se cuele mucho ruido al interior pero para compensar tiene su potente equipo de sonido o el sonido del motor cuando hundimos el pedal del acelerador. No destaca por comodidad en autovía pero tampoco es incómodo, los asientos de cuero tienen un buen mullido y el equipar el control de velocidad es un plus de confort. En cuanto a la respuesta, tiene motor más que suficiente para rodar a altas velocidades, pese a que la sensación de la dirección y las reacciones distan mucho de las de un turismo.
En carretera el Wrangler es un coche cómodo, en especial si el asfalto está en mal estado o hay baches, puesto que su suspensión y el gran perfil de los neumáticos (255/70 R18) es capaz de absorber cualquier imprevisto sin que se reduzca el confort a bordo. Eso sí, no es un coche ágil (gran tamaño y chasis de largueros y travesaños) y necesita que nos adelantemos a las situaciones de la carretera y del tráfico para no llevarnos ningún susto. Por ejemplo, los frenos son potentes pero en caso de que apuremos mucho la frenada como si se tratara de un turismo podemos llevarnos una sorpresa, dicho sea de paso, todo ello son cuestiones más que lógicas en un coche de este tipo, dimensiones y peso.
Por último la ciudad quizás sea el entorno más desfavorable para el Jeep Wrangler, en especial para esta versión Unlimited, puesto que es un coche de grandes dimensiones que además no dispone de ningún tipo de asistente ni para aparcar ni para maniobrar (más allá de la dirección asistida) con lo cual meterse en el centro de una gran ciudad con el Wrangler es cuanto menos una experiencia, eso sí, se ve al resto de conductores desde una perspectiva inusual (dada la altura) y sus retrovisores de gran tamaño (más propios de un camión) ofrecen una excelente visibilidad.
Comportamiento off-road
El sentido pleno del Jeep Wrangler es salir del asfalto, es un coche creado para descubrir y circular por aquellos lugares o terrenos donde un coche normal no puede llegar. Sus especificaciones están orientadas al uso off-road, su chasis es el tradicional de largueros y travesaños (uno de los pocos sobrevivientes con esa configuración) que no es nada ágil en carretera pero es perfecto para el uso off-road. Su suspensión está formada por un eje rígido delantero DANA 30 (DANA 44 en la versión Rubicon) con 5 puntos de anclaje con brazos oscilantes, barra Panhard, muelles helicoidales y barra estabilizadora, y un eje rígido trasero DANA 44.
Por otro lado está el sistema de tracción Command-Trac con reductora, que nos permite cambiar de tipo de tracción en cualquier momento adaptándose a la ruta. La relación de reducción de 2.72:1 multiplica el par motor a baja velocidad, permitiendo aumentar la tracción en condiciones complicadas. Para activar la tracción disponemos de una palanca con varias posiciones (2H. 4H y 4L) sobre la que hay que aplicar una pequeña fuerza para accionarla.
Si a lo anterior le sumamos una generosa altura libre del suelo (26 cm), unos ángulos de ataque y salida excepcionales (los mejores del mercado 4×4 actualmente) y unos neumáticos BRIDGESTONE DUELER HT 840 de medidas 255/70 R18, hacen que el Wrangler apenas tenga problemas cuando decidimos salir fuera del asfalto. Nuestra prueba habitual por un cortafuegos, donde muchos 4×4 tienen que subir con la tracción conectada, el Wrangler pudo subir tranquilamente en modo 4×2 (tracción trasera) eso ya nos daba una idea de sus capacidades. Es especialmente bueno en zanjas, cuando el terreno se vuelve irregular este Jeep no le tiene miedo y avanza sin complejos, al igual que en superficies rocosas (y eso que el Rubicon aún mejora las capacidades off-road del Wrangler).
La protección de los bajos es mejorable pero al menos supera con creces a las típicas protecciones plásticas que suelen equipar otros 4×4 del mercado. Lo bueno del sistema de tracción de accionamiento manual es que no interviene en ningún momento un ordenador o centralita para dar órdenes, con lo cual ganamos tiempo en caso de imprevistos y capacidad de reacción. En modo 4H la maniobrabilidad se reducen al girar de forma solidaria las ruedas de ambos lados.
En resumen cualquier lugar que no tenga asfalto es ideal para el Jeep Wrangler, siendo un coche muy divertido en este tipo de ambientes (más aún sí desconectamos el control de tracción, aunque hay que tener agilidad en las manos) y en este tipo de terrrenos prácticamente se puede llegar a cualquier lugar que querramos, sin es uno de los 4×4 más capaces del mercado.
Consumo
El motor 2.8 CRD con sus 200 CV no es precisamente un propulsor ahorrador aunque sí que se mueve en unas cifras razonables. En autovía el consumo medio fue de 9,6 litros a los 100 km, una cifra que seguro se pude reducir algo más teniendo en cuenta los pocos kilómetros de nuestra unidad de pruebas (que no llegaba a los 2.000 km). Mientras que circulando por carretera el consumo normal era de 10,5 litros a los 100 km, sorprendentemente en ciudad apenas subía hasta los 12 litros a los 100 km como cifra máxima en nuestro recorrido habitual por las calles de Vigo.
Equipamiento
El equipamiento de la edición 75 Aniversario es muy completo, se basa en el acabado Sahara con elementos propios y no se olvida de ningún detalle. Además de la estética específica tanto exterior como interior, destacan los asientos calefactables de cuero, el sistema de navegación con pantalla táctil de 6,5 pulgadas y conexión Bluetooth, control de velocidad, climatizador, sistema de sonido Alpine de 570W, luces automáticas y sensor de lluvia.
Entre lo más detacable del equipamiento está el sistema de navegación con pantalla táctil de 6,5 pulgadas, un sistema que si bien no era nuevo, funcionaba de forma sublime a la hora de buscar direcciones o de hacer las indicaciones pertinentes de navegación, todo ello con una cartografía buena que otros coches más premium no tienen. Unido a esto está el potente y nítido sistema de sonido firmado por Alpìne y con una potencia de 570W, comparable a esos sistemas de sonido que las marcas premium hacen que pagues como extra.
Opinión Personal y Precio
Tras probar varios modelos, algunos de ellos 4×4 de verdad, pocas veces he tenido el placer de conducir un coche auténtico. Es verdad que prescinde de algunas comodidades que actualmente todos los coches tienen pero con el Wrangler puedes volver a sentir la conducción (algo que no siempre consigue un coche) y además podemos salirnos de la carretera con total seguridad, porque el sistema de tracción responderá si o sí sea la ruta que sea. En el otro lado de la balanza está el precio, elevado para un coche más que amortizado y algunos elementos que piden a gritos una mejora, como las luces.
El precio de partida para un Jeep Wrangler en su versión «corta» arranca en los 39.200 euros (sin descuentos) pero la versión 75 Aniversario sube hasta los 51.200 euros (sin descuentos), si además queremos la versión Unlimited el precio se eleva hasta los 54.200 euros. Estos precios pueden reducirse dependiendo de la promoción que esté en vigor.
Galería de fotos -
Jeep Wrangler Unlimited 75 Aniversario
Fotos | Diego G. Moreira
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hola nesecito un motor 2.8 wrangler sahara diesel si alguien puede ayudarme a conseguirlo por favor se lo agradesco en mio se me tranco