Jeep Wrangler Sahara 2.8 CRD Aut., prueba (Diseño exterior, interior y acabados)

Seguimos con nuestro protagonista americano, pero no es un americano cualquiera sino uno con alma campestre y amante de los retos fuera del asfalto. Hablamos del Jeep Wrangler que hemos probado con el único motor diesel disponible en la gama, eso sí, muy prestacional con 200 CV y caja de cambios automática.

En la primera parte de la prueba te hemos contado todo sobre el motor, un 2.8 CRD de 200 CV asociado a una caja de cambios automática de cinco relaciones. Pero además analizamos el comportamiento, tanto en carretera como las habilidades off-road de este 4×4 puro. Ahora en la segunda parte nos toca hablar de su diseño y del interior, del espacio que ofrece a los ocupantes y de los acabados.

Diseño Exterior

Robusto, austero y con cierto aire tradicional en su diseño. Así es el Wrangler, un coche que ha crecido en su última generación pero que sigue fiel a una imagen sencilla, robusta y diferente. El frontal es rudo, defensas de grandes dimensiones, la parrilla típica Jeep y dos faros al estilo tradicional.

Lateralmente puertas cuadradas (que se pueden desmontar) y la parte trasera rígida (acabado Sahara, y también desmontable). El coche es alto, con unos marcados pasos de rueda, y para subirnos tenemos que dar un pequeño salto.

Mientras que la zaga es de diseño cuadrado, con portón de apertura lateral (se abre por separado el cristal y el portón del maletero) y defensas de grandes dimensiones. ¿Y si pinchamos? Pues tenemos la rueda de respuesto en la parte trasera de tamaño normal, no me imagino reparar una rueda del Wrangler con un Kit Antipinchazos.

Descapotando el Jeep Wrangler

Casi todo el exterior del coche es desmontable, y no estoy exagerando. Lo primero que salta a la vista es la capota trasera (que puede ser de lona o rígida según el acabado). Para desmontarla es necesario a dos personas para hacerlo con más facilidad (porque la capota rígida con el cristal incluido pesa un poco).

Primero se quita el techo delantero, dos láminas de plástico y metal que se pueden desmontar con facilidad. Segundo, desatornillar en el interior varios tornillos con una llave especial, y se desenganchan los anclajes del limpia trasero (el tubo del agua y la ficha de la corriente). Con todo desmontado (apenas 5 minutos) podemos quitar la parte trasera (mejor entre dos personas).

Pero además, si estamos inspirados o simplemente nos sobran las puertas, también se pueden desmontar con quitar un par de tornillos. Incluso el parabrisas se puede desmontar y plegar sobre el capó, que dispone de unos topes de goma para sujetarlo con seguridad. Opcionalmente se puede montar un techo de lona para capotarlo en caso de emergencia (que llueva por ejemplo) sin necesidad de montar el techo rígido.

En caso de vuelco, están las barras de protección, que aunque vienen acolchadas, están preparadas para resistir en caso de vuelco. La imagen del coche cambia radicalmente cuando se descapota, con un look al estilo «Vigilantes de la playa» con el que poder disfrutar de un día de playa, montaña o simplemente pasear por la ciudad con un descapotable, diferente.

Diseño interior, espacio y acabados

El diseño interior está en consonancia con lo que vemos fuera, el salpicadero es de formas sencillas pero es práctico. En la parte superior la radio, táctil en nuestra unidad, en el medio está el climatizador automático, y en el tren central la palanca de cambios y la reductora.

La instrumentación es sencilla, pero dispone de ordenador de abordo y de brújula, así como indicador de temperatura exterior. El acabado es correcto, todo el salpicadero es de plástico duro, pero al menos los ajustes son correctos y no hay grillos extraños como en otros interiores de plástico.

La postura de conducción es muy elevada, la visibilidad es buena y el mullido de los asientos blando, esto a priori es bueno para salir fuera del asfalto o para trayectos cortos, pero para hacer kilómetros por autovía no son los asientos más cómodos.

Hay espacio más que suficiente en las plazas delanteras, tanto en anchura como en altura para la cabeza. Mientras que las dos plazas traseras son amplias, sólo que el acceso es un poco complicado, porque entre que hay que saltar y después pasar a la parte trasera, hay que tener algo de agilidad para acceder a ellas.

Maletero y huecos

El maletero no es el punto fuerte del Wrangler, da igual que sea la versión de cuatro puertas o esta versión de dos puertas, porque el espacio destinado al maletero es pequeño, concretamente 141 litros (un Mini tiene mayor tamaño de maletero, 190 litros). Pero a cambio, si no vamos cargados de cuatro personas, podemos abatir fácilmente los asientos traseros y entonces disponemos de un espacio de carga mucho más digno y amplio.

En el apartado de huecos, seguro que te llamará a la atención las guanteras de las puertas, muy sencillas y originales, son una red, pero al mismo tiempo poco prácticas porque no tienen mucho espacio para meter cosas. En el habitáculo esto se compensa con un cofre central amplio, una guantera de tamaño correcto y varios huecos posavasos en el tren central.

En la tercera parte de la prueba te contaremos todo sobre el equipamiento, incluido el de seguridad, los precios del Jeep Wrangler y nuestra valoración general sobre el coche.

Y como siempre nuestra galeria de fotos, para ver en detalle al Jeep Wrangler.

Fotos | R. Rodriguez, S. Rodriguez, Diego G. Moreira y agradecimientos al resto del equipo que han hecho posible la sesión de fotos.