Nuevo Jeep Wrangler Rubicon 392: el Wrangler más bestia resucita el motor V8

No todo va a ser electrificación, a la que, por cierto, tampoco escapa el Jeep Wrangler, como hemos visto con el nuevo Wrangler 4xe híbrido enchufable. Ahora, el legendario 4×4 se presenta en la nueva versión Wrangler Rubicon 392. Un todo terreno auténtico con un motor como los que ya no quedan.

Y es que, en estos tiempos, no es fácil encontrar un nuevo coche que pueda presumir de un motor de los que cada vez quedan menos. Exacto, el Wrangler 392 vuelve a contar bajo el capó nada menos que con un V8 de gran cilindrada, casi cuatro décadas después. La mala noticia (o buena, según se mire; así evitas la tentación) es que el nuevo Jeep Wrangler Rubicon 392 está destinado al mercado americano, donde a los V8 parece que todavía les queda recorrido.

Motor V8, 6,4 litros, 470 CV

Y me dirás, ¿para qué quiere un Wrangler un motor V8 bajo el capó y una potencia más propia de un deportivo de circuitos? Pues para presumir de músculo, que siempre hay a quien le gusta sacar pecho. Ahí están las cifras.

El V8 con bloque de fundición cuenta con tecnologías modernas como el sistema de desconexión de cilindros, distribución variable, dos bujías por cilindro, escape activo “dual-mode” y un sistema de admisión de aire denominado “Hydro-Guide”, con conductos en tres niveles y drenajes para permitir el vadeo de corrientes de agua de más de 80 cm de profundidad, aunque el agua cubriera el capó.

Rinde 470 CV y un par máximo de 637 Nm, lo que permite al Wrangler Rubicon acelerar de 0 a 60 millas por hora (0-96 km/h) en apenas 4,5 segundos, Y lo mejor es que el 75% del par máximo está ya disponible apenas a régimen de ralentí.

La potencia se transmite a las ruedas a través de una caja TorqueFlite 8HP75 de ocho marchas que, por primera vez en el Wrangler, permite cambiar desde unas levas situadas en el volante, además de hacerlo desde el selector de la palanca. Se trata de un cambio “by-wire”, con mando electrónico. La tracción total permanente Selec-Trac cuenta con caja de transferencia con reductora.

Un chasis adaptado a las circunstancias para el rey de los 4×4

Para poder gestionar tanta potencia, el chasis del Wrangler Rubicon 392 recibe multitud de mejoras, como largueros reforzados y nuevos brazos de control y manguetas en las suspensiones. Los amortiguadores son unos FOX de alto rendimiento, y además de los diferenciales de bloqueo electrónico, se puede desacoplar la barra estabilizadora delantera, para ganar recorrido de suspensión en los tramos más exigentes.

El programa Off-road Plus, con modos específicos para arena y rocas, maximiza la tracción con solo pulsar un botón, interviniendo sobre el cambio, el control de tracción y el bloqueo del diferencial trasero cuando se circula en marchas largas.

Mediante el Selec-Spedd Control, se puede controlar la velocidad en modo 4×4 con marchas cortas, para avanzar lentamente sin tener que utilizar ni el acelerador ni los frenos.

Diseño: genuinamente Jeep

Como detalles característicos que identifican al Rubicon 392 destacan las llantas en color bronce, que se repite en distintos elementos decorativos en la carrocería. El anagrama 392, indicativo de la cilindrada del motor en pulgadas cúbicas, luce a ambos lados de la carrocería.

Asimismo, se recurre al color bronce para el tapizado de los asientos delanteros de piel, inspirados en la competición. No falta el sistema multimedia Uconnect con pantalla de 8,4 pulgadas, con pantallas 4×4 específicas que permiten controlar los ángulos de la carrocería, las coordenadas GPS o la forma en la que el motor entrega la potencia.

Los clientes que se decidan por un Wrangler Rubicon 392 cuentan, además, con el extenso catálogo de opciones de personalización de Mopar, entre las que se encuentran las luces LED 4×4, el cabrestante Rubicon, estriberas o una completa gama de llantas para neumáticos de grandes dimensiones.

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