Jeep, un diseño con 75 años que todavía funciona

Si de algo nos solemos quejar demasiado los apasionados del motor es de la falta de personalidad y ADN de la gran mayoría de los nuevos modelos que vemos en nuestras calles. Puede que haya coches, y siempre hablando de marcas asequibles, que se intenten diferenciar ligeramente del resto a nivel de diseño, pero prácticamente ninguno mantiene la misma esencia que caracterizó a una marca desde sus orígenes.

Sí, hemos dicho prácticamente ninguno, porque hay algunas marcas que hacen el esfuerzo. Pero no te confundas; si mantienen rasgos de diseño es únicamente porque les funciona de forma económica. Y eso es lo más sorprendente en el caso de la marca Jeep: cómo después de 75 años podemos ver coches tan parecidos estéticamente hablando a los de sus orígenes y que sigan sintiéndose jóvenes, atractivos, aventureros, mostrando también una imagen de dureza y fiabilidad.

El motivo por el que Jeep conserva buena parte del diseño original de su modelo más reconocido, el Willys, es por la gran reputación que este coche consiguió sirviendo al ejército americano durante la Segunda Guerra Mundial. En aquel escenario demostró dureza, fiabilidad, capacidades todoterreno y, cómo no, resistencia ante las adversidades.

Gracias a todo eso, el Willys se hizo famoso y, hoy en día, Jeep es marca de culto para muchos. La clave del éxito es que, al concebirse como un vehículo militar, no buscaba ser un coche atractivo, apostando cien por cien sobre la funcionalidad y la fiabilidad. El caso es que ese diseño tan funcional, en el exterior, no les quedó tan feo como se pudiera imaginar. De hecho, resultaba hasta simpático.

Jeepers, se hacen llamar los fans que la marca tiene alrededor de todo el mundo. Y buscan, precisamente, las máximas prestaciones fuera del asfalto. A estas personas la estética no les importa demasiado, pero la imagen de marca que consiguió Jeep hace 70 años consigue que, si pensamos en las máximas aptitudes offroad sin importarnos las capacidades sobre el asfalto, nuestra mente directamente se vaya a Jeep.

El modelo de la gama actual que mejor cumple con las capacidades offroad es el Wrangler, disponible con cabina de 3 y 5 puertas. Mientras tanto, modelos como el “reciente” Renegade o los Cherokee y Grand Cherokee pueden circular por pistas aunque están mucho más enfocados para asfalto y sus aptitudes lejos del asfalto no son comparables con las del Wrangler.

Y ahora nuestra pregunta es: si Jeep no hubiera mantenido modelos con imagen similar al Willys durante todas estas décadas, sobre todo por el frontal con las múltiples baldas verticales, ¿seguiría siendo una marca de culto para los amantes del offroad?

Fuente | Jeep